Las empresas de autocares que realizan servicios discrecionales para visitar Barcelona están que echan humo. No por sus emisiones ya que las flotas cada vez son más sostenibles, sino por un nuevo sablazo que pretende imponerles el Ayuntamiento de Barcelona.
Ahora un autocar que accede a la ciudad debe pagar 20 euros diarios por estacionar en las zonas habilitadas. El Ayuntamiento de Barcelona plantea que ese importe pase a 80 euros y además 0,5 euros por cada pasajero para las paradas autorizadas.
La Federació Empresarial Catalana d’Autotransport de Viatgers (FECAV) denuncia que ese peaje, argumentado como tasa de estacionamiento, afectará al transporte en autocar y provocará un incremento del vehículo privado.
Porque además de cuadruplicar el pago hay otras limitaciones. Se han establecido 16 espacios de afluencia como Sagrada Familia, Parc Güell y otras de interés. Para estos puntos habrá un horario y unos días para los que hay que reservar con antelación. El consistorio barcelonés argumenta el impacto que pueden generar en determinadas zonas y horas la acumulación de autocares. Así podría ser que un colectivo organice una excursión a Barcelona pero no haya plaza.
En la periferia
Otra opción es dejar el autobús en la periferia y que los pasajeros acudan a su destino en autobús urbano, metro o taxi.
La FECAV explica que no hay espacios acondicionados en la ciudad para dejar los vehículos y hacer el intercambio y que además «va en contra de lo que busca el usuario del autocar que es el de llegar a su destino de manera directa», señala José Maria Chavarria, presidente de la FECAV.
Reducir el número de paradas en el centro y ampliar el de la periferia «obligará realizar esos transbordos entre medios de transporte incrementado el tiempo del viaje y el coste, además de que el transporte urbano de Barcelona ya está saturado».
La intención del Ayuntamiento de Barcelona, donde cada día acceden 200 autocares «desincentiva el uso del uso de este medio de transporte con el único objetivo de recaudar más» y que «afecta a 2,5 millones de personas al año».
Ingresos
Esta subida permitiría incrementar de «uno a cuatro millones la recaudación. Para el Ayuntamiento barcelonés autocares y sus pasajeros «pagan una tarifa muy baja y tienen un impacto muy alto». El incremento pretende equiparar el precio que paga un turista que pernocta con el que viene a pasar el día, que acostumbra a ser el que llega en autocar.
«Un turista que visita la ciudad y duerme pagará unos 7 euros de tasa más recargo, mientras que el turista que visita la ciudad desde cualquier otro lugar, unos 50 céntimos», ha explicado el consistorio barcelonés.
Y menos autocares
Chavarria añade que pese al atractivo de Barcelona «tiene una falta de infraestructuras para autocares». Hay un proyecto para hacer una estación subterránea en la plaza Espanya, pero por sus dimensiones de la pretensión parece más una quimera.
La FECAV añade que tampoco se ha especificado a qué se destinará el importe recaudado con el aumento del peaje por acceder a Barcelona. La pretensión es que el nuevo importe sea aplicable en abril del próximo año. Y además reducir el número de autobuses que puedan entrar en la ciudad al día de 222 a 209.
En 2023 fueron 70.000 los autocares turísticos que entraron en Barcelona para aparcar en algunas de las 222 plazas habilitadas.
La intención del Ayuntamiento de Barcelona de incrementar el coste para el acceso de autocares discrecionales a la ciudad encuentra el rechazo de políticos del Baix Penedès.
El teniente alcalde de Cunit, Jaume Casañas, desempolva un planteamiento que ya expresó hace unos años. «¿Y si imponemos un peaje para acceder al Baix Penedès?».
Esa idea la lanzó cuando se expuso que Barcelona estudiaba colocar un peaje de entrada a la ciudad como en otras capitales europeas. Casañas recordó que son miles los vecinos de Barcelona que acceden al Baix Penedès en fines de semana.
«¿Aquí no hay emisiones?»
«Si para entrar a Barcelona se plantea un peaje por las emisiones y saturación de vehículos, ¿en el Baix Penedès no hay emisiones de los miles de coches que acceden?».
Sobre el incremento del coste para los autocares el teniente alcalde de Cunit apunta que por proximidad son muchas las entidades de jubilados, escolares y otras que tienen en Barcelona un destino cultural y de ocio. «También se castiga a estos colectivos».
En el mismo sentido el alcalde de Calafell y presidente del Consell Comarcal del Baix Penedès, Ramon Ferré, considera que «es una nueva traba para acceder a la Barcelona. Y destaca que concretamente el Baix Penedès es un municipio turístico que por proximidad a la capital la excursión a la capital es imprescindible.
«Se castiga al turista y a los autocares», considera Ferré. «Si hay ese importe para acceder a Barcelona, «que los turistas vengan al Baix Penedès que es gratis entrar y tenemos muchos atractivos».
Ferré coincide con Casañas en que el Baix Penedès recibe a miles de visitantes que llegan en vehículos particulares con el consiguiente impacto de emisiones y congestión y que tienen acceso gratuito. «Igual sí debemos poner un peaje».