El Ayuntamiento de Vila-seca está trabajando en una actualización de su modelo de seguridad vial. Lo hace condicionado por las novedades que este mayo se han puesto en vigor. Por un lado, la normativa para vehículos de movilidad personal (VMP), patinetes en su mayoría, y por otra la nueva velocidad máxima en carreteras y calles para que compatible el patinete con coches, motocicletas y peatones.
El concejal de Movilitat, Josep Toquero, explica que «Vila-seca ya tiene una red importante de carriles bici, pero sí que quizá se deberá plantear un espacio propio para VMP en aquellos viales que por sus características debamos mantener distancias de seguridad».
La idea de carriles para patinetes debe analizarse detalladamente antes de apostar por un modelo concreto para la ciudad y en qué viales dibujarlo. Pero lo que sí admite el concejal es que «es un nuevo vehículo que ha irrumpido con fuerza, es sostenible, y hay que adaptarnos a todas las formas de movilidad que están vigentes ahora y en el futuro».
El nuevo plan de seguridad vial está en fase embrionaria y hay que analizar qué sigue en vigor del actual y qué ha quedado desfasado. Sin tener una fecha para someterlo a aprovación e información pública, el concejal estima que para el próximo año debería estar terminado.
La campaña, un éxito
Vila-seca, al igual que la mayoría de ciudades de España, ha activado una ordenanza reguladora para el uso del patinete. La puesta en marcha de la normativa coincide en el tiempo con la de la reducción de la velocidad máxima aprobada por Real Decreto para todo el país.
«El efecto educativo de la campaña ya se está visualizando y se están reduciendo las infracciones», Josep Toquero (concejal de movilidad)En Vila-seca, como es habitual, las modificaciones o las nuevas ordenanzas que se activan se complementan previamente con una campaña informartiva para poder activar la parte sancionadora con un margen de adaptación e información a la ciudadanía.
Desde el pasado día 11, cuatro personas, dos agentes cívicos y dos policías locales se han encargado de recorrer los lugares más frecuentados por patinetes para informar a sus usuarios. Los agentes, ya sean cívicos o policías, admiten que ha habido una predisposición y comprensión de los conductores y a su vez reconocen, pero, que muchos de los que han parado en más de una ocasión siguen despreocupados hasta el momento en que se apliquen las sanciones, a partir del 1 de junio.
«La campaña en general ha ido bien y las informaciones que hemos recibido es que ha tenido buena acogida por parte de los usuarios», explica el concejal. Los agentes añaden que la mayoría de personas a las que han parado para informar son jóvenes de entre 17 y 30 años, aunque hay menores de edad y gente mucho más mayor.
De las 505 notificaciones realizadas desde el pasado día 11, el 82% son conductores mayores de edad y un 18 % serían adolescentes de menos de 15 años, que con la ordenanza en vigor tienen prohibido circular con patinete salvo que estén en recintos cerrados y vigilados por adultos.
Los agentes que están informando a diario a los conductores de VMP explican que la infracción más frecuente es la ausencia de casco (obligatorio), el uso de más de un pasajero en el mismo patinete o circular por aceras, cuando deben ir por la calzada. Las multas que se impondrán a partir del martes irán de los 100 a los 500 euros en Vila-seca en función de la gravedad de la infracción.
Alejandro Escoda, un vecino de 29 años, admite que lleva tres moviéndose en patinete. Reconoce que la campaña es una buena forma de recordar las normas, pero a su vez señala que hay que recordar los límites de velocidad a los conductores de coches y también advertir de las normas a los peatones.
«El uso del patinete me ha cambiado la movilidad, pero hay que seguir las normas para circular seguro», Alejandro Escoda (usuario de VMP)Este vecino admite que tiene el coche aparcado en el garaje desde hace unos 3 años y que desde que descubrió el patinete, no lo cambia por nada del mundo. Es consciente de las medidas de seguridad que debe llevar (casco) y admite que aunque hay que circular por la calzada, todavía hay ciertos riesgos ante las velocidades máximas de otros vehículos más grandes.