El edificio lleva tiempo ocupado y generando conflicto e inseguridad entre los vecinos de la zona, que reclaman una intervención para desalojar el inmueble.
Sin embargo, pese a las denuncias, también del Ayuntamiento, se está a la espera de una resolución judicial ya que al haber varias viviendas ocupadas debe estudiarse la situación de cada caso.
Una de las posibilidades para presionar a los ocupantes es realizar controles como el de la mañana de este miércoles.

Desde primera hora efectivos de Policía Local, Mossos d’Esquadra y Policía Nacional han realizado diferentes identificaciones y comprobado el estado de salubridad y la estructura del edificio. En caso de riesgos en esas situaciones puede decretarse un desalojo por precaución.
El Ayuntamiento dice estar a la espera de una resolución judicial, por lo que hasta entonces seguirá con los controles para intentar dar seguridad en el barrio.
Esos controles sobre salubridad o situación estructural del inmueble ya han permitido forzar desalojos conflictivos.