El gobierno español se ha comprometido a buscar líneas de financiación para reconvertir la antigua central nuclear de Vandellòs I en un centro de tratamiento de cáncer con protones. Es la primera vez que apoyan al proyecto que quiere aprovechar las estructuras actuales de la nuclear –cerrada desde 1989-.
A partir del año 2028, está previsto que la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) empiece a desmantelar las instalaciones después de la fase de latencia. El alcalde del municipio, Alfons Garcia, considera que el desmantelamiento es compatible con la reconversión. Todo y la «voluntad política» de las administraciones, todavía no hay calendario. Los primeros pasos podrían ejecutarse el 2026 y se prevé una inversión de 134 millones de euros.
El subdelegado del gobierno español, Santiago Castellà, ha expresado que dan total apoyo al proyecto para reconvertir la antigua central de Vandellòs I en un centro para tratar el cáncer con protones.
En el acto de presentación de la iniciativa, realizado este viernes en el Col·legi Oficial de Metges de Tarragona (COFT), ha afirmado que se trata de un proyecto «estratégico»: «Por la calidad de vida, por la salud del territorio es un proyecto muy importante, pero sobre todo para la reactivación económica, para arrastrar a otros sectores y para posicionarnos en el mapa internacional de la investigación y la tecnología, por lo tanto, damos pleno apoyo».
Castellà ha concretado que buscarán el encaje con las actuales líneas de financiación abiertas de los ministerios -de Salud, Transición Ecológica, Transición digital o el de Ciencia- para hacerlo posible. «Creo que nos tenemos que adelantar al año 2028, con la lógica de los fondos europeos tendríamos que tener los primeros planteamientos -del proyecto- alrededor del 2026», ha apuntado el subdelegado.
Con todo, no ha avanzado posibles calendarios de ejecución de actuaciones ni las aportaciones que harían el ejecutivo español y catalán. «Estamos ante proyectos competitivos, que serán evaluados técnicamente, lo más importante es que tengan el apoyo político del territorio, de las entidades implicadas, como el liderazgo del Colegio de Médicos que es muy importante; hablar de plazos y de cantidades, ahora, forma más parte de una voluntad política, que está toda, que no de la realidad», ha manifestado.
La central nuclear de Vandellòs I se encuentra en la fase dos del proceso de clausura de las instalaciones después del incendio que obligó a cerrarla en 1989. De hecho, está en los últimos años del periodo de latencia de Nivel 2, puesto que a partir de 2028 entrará en la tercera fase.
Centro hospitalario público
A la vez, el alcalde ha remarcado que la voluntad es crear un centro público de investigación y tratamiento del cáncer, con tecnología avanzada, puesto que en el Estado solo hay dos centros «pequeños» que traten pacientes de cáncer con protones. «Defendemos que sea un proyecto público y de territorio», ha subrayado. A su vez, ha dicho que tendría que funcionar con la implicación de la Generalitat.
Por su parte, el alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, también ha apoyado a la iniciativa y ha señalado que su «responsabilidad va más allá de la ciudad, va al territorio y que es importante que estos elementos ayuden al equilibrio territorial».
El proyecto prevé aprovechar el cajón del viejo reactor de la nuclear para ubicar el centro médico. Así, se han diseñado cuatro salas de tratamiento, con un ciclotrón y tres gantries (máquinas), entre otros. La propuesta nació a raíz de un trabajo de final de grado del arquitecto Carlos Gonzalvo, miembro del grupo de Investigación CAIT de la Escuela Superior de Arquitectura de la Universitat Rovira i Virgili (URV). Se calcula, que permitiría atender, a medio plazo, a más de 1.500 pacientes anuales y dar servicio de proximidad en las comunidades autónomas de Catalunya, Aragón, Comunidad Valenciana y Baleares.
Por este motivo, el presidente del COFT, Sergi Boada, ha avalado la propuesta y ha valorado que es necesaria para retener y atraer talento. «Tenemos un grave problema demográfico los médicos, que está impactando más en Tarragona respecto al resto de territorios de Catalunya, y este proyecto es fundamental», ha añadido.
Las cifras del proyecto
Según ha explicado Eduard Jiménez, autor del estudio socioeconómico del proyecto que encargó la MIDIT (Mancomunidad por el Desarrollo Integral de Vandellòs i l’Hospitalet de l’Infant, Tivissa y Pratdip), la reconversión de la central supondría un ahorro en coste estimado mínimo de 34,4 millones de euros en el desmantelamiento definitivo, y, a la vez, implicaría un ahorro en los costes de inversión de 9,7 millones de euros para un futuro centro. Además, el informe económico prevé una inversión de 134.225.263,94 euros, los cuales incluirían las obras para adaptar el espacio, la compra de maquinaria y la instalación de los servicios complementarios.
Así mismo, el estudio calcula que el funcionamiento ordinario del centro sanitario tendría un coste de casi de diecisiete millones de euros anuales y que generaría, con sus impactos indirectos y complementarios, cerca de diecinueve millones de euros de valor añadido sucio (VAB) anuales y más 200 lugares de trabajo. En cuanto al análisis económico-financiero del proyecto, también contrasta la viabilidad y sostenibilidad económica financiera de este, que tendría una tasa interna de retorno (TIRO) del 9,6% y uno VAN de su desarrollo de 66,4 millones de euros.