El alcalde de Salou, Pere Granados, siempre ha expresado desde los orígenes de BCN World y ahora Hard Rock el apoyo incondicional de su gobierno al proyecto turístico que debe complementar el asentamiento de PortAventura World en la Costa Daurada.
Y precisamente por este convencimiento de que este proyecto es el mejor para el territorio y para la ciudad que gobierna, está visiblemente molesto (por no utilizar otras palabras) en las últimas reacciones del Govern de la Generalitat con el compromiso político de Barcelona con esta apuesta turística de Tarragona.
Esta mañana de viernes, un cmomunicado del Ayuntamiento de Salou y en boca del propio Granados expone que desde Salou "apelamos a la autonomía municipal, puesto que somos los mismos municipios los que estamos legitimados para decidir nuestro propio futuro. Y más cuando la CUP no tiene ningún tipo de representación, ni responsabilidad en Salou".
El dedo acusador de la CUP responde a la amenaza del partido en bloquear los presupuestos de la Generalitat para 2022 y que sus votos garantizan su aprobación sin temor a que la oposición pueda bloquearlos.
Granados añade que "Salou da todo el apoyo al proyecto de Hard Rock, porque supone consolidar y apostar por el refuerzo a un modelo de éxito que crea riqueza y empleo, y, por tanto, calidad de vida". y Añade el alcalde que "el Govern debería facilitar la inversión, en lugar de dificultarla", lanzando un dardo a la gestión de Pere Aragonès en este asunto, cuando en 24 horas se ha pasado de proponer los 120 millones de inversión en Tarragona a quitarlos ante el riesgo de perder el apoyo de los cupaires.
Finalmente Granados concluye en sus declaraciones que "lamentamos que el Govern de la Generalitat haga caso de la CUP y los deje gobernar de forma encubierta, mediante una herramienta de acción política tan importante como son unos presupuestos".