El inicio de esta nueva década ha sido muy difícil y complicado. El pasado año 2020, como Administración, nos hemos enfrentado a unos grandes desafíos imprevistos que han sido la consecuencia de la emergencia social y la crisis económica en la que nos hemos encontrado inmersos, a raíz de la pandemia de la Covid-19.
Los efectos de esta crisis sanitaria han sido devastadores, y no sólo para la Administración local, que ha tenido que implementar nuevos recursos y servicios de gestión telemática y ajustar y priorizar los gastos, modificando el presupuesto inicial previsto; sino también para la sociedad y los sectores económicos locales, que han visto como sus economías se resentían con más o menos intensidad.
Lo cierto es que esta crisis ha tocado de lleno a todo el mundo y ha causado perjuicios en cadena: la economía ha sufrido una grave destrucción del tejido empresarial, y, en consecuencia, de puestos de trabajo; las administraciones han registrado una importante disminución de ingresos; y los colectivos y las familias más vulnerables han tenido que buscar protección y ayuda para hacer frente a sus necesidades vitales.
Ante este escenario, la contribución del Ayuntamiento de Salou para mitigar los efectos y minimizar las pérdidas, además de procurar la atención de los servicios básicos a la población que lo necesitaba, ha sido esencial, necesaria y efectiva.
Con el corazón en la mano, creo que hemos hecho un buen trabajo y hemos actuado con responsabilidad, dedicación y eficacia, a pesar de todas las dificultades e incertidumbres.
Asimismo, hemos tenido que trabajar con rapidez, aunque gestionando cada momento con meditada reacción y gran capacidad de adaptación, para resolver, con la máxima eficacia y responsabilidad, todos los problemas económicos y sociales, fruto de la situación de crisis que irrumpió en nuestra sociedad a mediados de marzo de 2020.
En este sentido, des del Gobierno municipal, y dentro del marco de nuestras competencias, hemos adoptado una batería de medidas de carácter fiscal y de reactivación económica, de atención social y de protección de la salud pública destinadas, exclusivamente, a hacer frente a la situación y a minimizar el impacto sobre las familias y los sectores económicos salouenses. El coste económico de estas medidas ha sido de casi 8 millones de euros.