Hace semanas los vecinos vieron como unos operarios marcaban un terreno forestal junto a sus casas y tomaban muestras de tierras. Ese bosque de pinos limita con la urbanización de Mas Astó. Es un pulmón y una vista de árboles desde las casas.
Al preguntar se enteraron que en ese bosque se proyecta un gran depósito de agua del Consorci d’Aigues de Tarragona (CAT). Esa obra debe servir para hacer acopio de agua y en caso de avería garantizar suministro durante 24 horas a El Vendrell y a Calafell.
Para tener esa capacidad las dimensiones del depósito son descomunales. Los vecinos hablan de muros de hasta 5 metros de alto, cien de largo y otros 50 de ancho. «Nos van a poner un muro delante de nuestras casas». Y se van a oponer.
Por la cota
El Ayuntamiento reconoce que ese proyecto del CAT está previsto para la zona. El lugar se ha escogido por las cotas de altura. Pero los vecinos lamentan la falta de información pese a ser los afectados.
El proyecto estaba previsto desde 2012. Forma parte de un tendido de depósitos de gran capacidad para acumular agua en caso de una avería. En la urbanización no discrepan del concepto, pero piden mejoras al proyecto para minimizar el impacto.
Imagen virtual
En la urbanización piden una imagen virtual que muestre cómo quedará la obra. Para conocer la verdadera afectación, «porque de palabra nadie se hace a la idea de cómo va a quedar ese muro frente a nuestras casas».
Les han explicado que como parte del depósito es soterrado los muros de superficie podrían ser sólo de 1,5 metros, pero en la urbanización no lo creen. También señalan que desplazando el depósito la afectación para las casas podría ser menor.
En los próximos días iniciarán una campaña de movilizaciones para exigir detalles del proyecto y reclamar que la afectación sea mínima. Quieren hacer visible lo que supone un muro de cinco metros frente a sus ventanas. Pero también esperan compensaciones. Van a perder un bosque junto a sus casas. En la asociación de vecinos explican que se les ha ofrecido que se hará el alcantarillado en la urbanización, que asciende a unos 60.000 euros y también un campo de fútbol. Pero ni una cosa ni la otra les convence.
Por lado el alcantarillado está contemplado en las obras de adecuación de la urbanización, pendientes desde hace años. Y por otro «¿un campo de fútbol? Aquí no va a jugar nadie y después el Ayuntamiento no lo va a mantener. Eso no compensa perder un bosque y tener un gran muro frente a casa».
Además del impacto constructivo en Mas Astó señalan que la obra talará centenares de pinos en 6.000 m2 «y El Vendrell no está para seguir perdiendo z zonas forestales». En el caso de perder una masa forestal «debe crearse otra en el municipio».
Con la entrada de septiembre temen que en cualquier momento puedan ver maquinaria. «No queremos ver máquinas antes de tener una reunión y que nos muestren con una recreación de cómo quedará la zona», Consideran que el depósito puede desplazarse y crear una franja verde de separación con las viviendas.