Cuando se construyó hace años muchos ya apuntaron que ese cruce de la C-31 en el conocido como Coll de Calafell sería peligroso. El tiempo les ha dado la razón.
Es la carretera que una a Calafell y El Vendrell y en el cruce coinciden dos carriles de ascenso en dirección a El Vendrell, que pasa a ser uno, con un tercero para girar a la izquierda para acceder al pueblo de Calafell, además un carril de descenso.
También está la incorporación a la vía saliendo del núcleo del casco histórico de Calafell.
En ese punto son reiterados los accidentes.
En esa coincidencia de carriles con un cruce son demasiados los accidentes que se producen. La principal causa es la velocidad de algunos conductores, sobre todo en el descenso hacia Calafell, y la precipitación para incorporarse a la vía principal saliendo del núcleo histórico.
Radar
La conflictividad de la vía motivó la instalación de un radar para intentar reducir la velocidad y de iluminación en la rotonda ya que inicialmente carecía de luz.
Desde ese primer momento del cruce fueron muchos los que plantearon hacer una rotonda al considerarla más segura. Un planteamiento que se repite cada vez que hay un accidente.
Pero de manera reiterada Carreteres ha rechazado esa posibilidad argumentando que la visibilidad y señalización es correcta. Además de que en una vía con pendiente y peraltrada una rotonda no es la solución más segura.
Sin embargo la situación podría cambiar según señala el alcalde de Calafell, Ramon Ferré. Explica que en una reciente reunión con el responsable de Carreteres de la demarcación, «no se descarta la construcción de una rotonda. Señaló que tiene dibujada la rotonda y que la planteará a los técnicos. De ser una rotonda segura podría hacerse en 2026».
Para Ferré puede ser una solución que evite accidentes «siempre que los coches no se empotren con la rotonda».