Un nuevo robo en comercios del núcleo del pueblo de Calafell asusta a los comerciantes y a los vecinos. Tras asaltos con violencia en una clínica veterinaria, una peluquería o la farmacia, en la madrugada del martes los ladrones robaron en el Café de la Vila, una céntrica cafetería en la plaza de Catalunya, a pocos metros del Ayuntamiento.
Los ladrones forzaron la puerta del local y se llevaron dos cajas fuertes, además de la registradora. No buscaron nada más ni hicieron destrozos.
El robo ha generado intranquilidad y miedo entre los vecinos. David Castro, propietario de la cafetería asaltada, explica que «vivimos con inseguridad. Exigimos vigilancia porque así no se puede seguir».
El robo además se produjo con total impunidad. Sobre las 2.30 de la madrugada un coche blanco paró en el centro de la plaza. Un hombre descendió del vehículo y comenzó a forzar la puerta del establecimiento. En el coche, que seguía con las luces encendidas, habría otros dos hombres. En pocos minutos los ladrones se hicieron con el botín y huyeron de la zona.
Cámaras
La policía ha iniciado una investigación. Se intenta identificar al vehículo a través de cámaras de seguridad de establecimientos que hay en la zona. La cafetería está en lo bajos de un edificio en el que hay dependencias municipales como la radio o dependencias de recaudación y otros servicios.
A finales de octubre una clínica veterinaria del núcleo sufrió el robo de material quirúrgico y medicinas, además de otros objetos para perros. Los ladrones reventaron a pedradas la cristalera del comercio para poder acceder.
En abril, la víctima fue una peluquería. Los asaltantes también destrozaron la puerta de cristal para robar el cajón donde había monedas y la caja registradora.
Los vecinos señalan que la situación genera inseguridad en el núcleo. Reclaman patrullas de vigilancia o la instalación de cámaras que puedan tener un efecto disuasorio. Señalan que «por las noches da miedo salir ala calle. También han habido casas que han sufrido robos. Los vecinos tienen miedo», explica David Castro. «Los comercios ya abrimos con miedo. No sabemos cuál será el próximo que sufrirá un robo, Y de momento se han cometido durante las noches.
Además de los robos, en el núcleo del pueblo los residentes también señalan que hay algunos edificios que están totalmente okupados de manera ilegal, lo que también genera una inseguridad.