Cada vez hay más actividad turística en otoño. Después de un verano con datos de ocupación similares a los del año pasado, los establecimientos de la Costa Daurada han cerrado la primera mitad de octubre con cifras positivas, llenando entorno al 70-80% de las camas disponibles, según los datos de la Federació Empresarial d’Hostaleria i Turisme de Tarragona (FEHT). Eso, teniendo en cuenta que se ha mantenido abierta alrededor del 75-80% de la oferta alojativa, ha sido muy bien recibido desde el sector empresarial, que confía en mantener los datos de ocupación en esta segunda quincena.
Aunque a partir de esta semana empiezan a cerrar más establecimientos, desde el sector calculan que entre el 50 y el 60% de los hoteles, campings y apartamentos de la provincia continuarán abiertos hasta el puento de Todos los Santos. La previsión es que la ocupación media en estos alojamientos se mantenga entre el 70 y el 80%.
«Los empresarios intentamos alargar la temporada cada vez más por las puntas. El objetivo no es crecer en los meses de julio y agosto, sino en meses como septiembre, octubre o diciembre, una apuesta que se va reafirmando año tras año», señala Xavier Guardià, portavoz de la FEHT. Para ello, dice, es clave diversificar la tipología de visitantes, que en estas fechas se nutre con turismo deportivo, tercera edad joven del centro de Europa (sobre todo alemán y holandés) o el público inglés e irlandés que todavía se mantiene gracias a la turoperación y los vuelos directos a Reus.
A ellos se suman los turistas de proximidad, tanto del resto de España como de Francia, que se mantienen como los mercados principales. «El turismo ha cambiado mucho en los últimos años y mucha gente apuesta por hacer escapadas. La época de Halloween es muy propicia para que gente que, quizá veranea en otros lugares, venga a pasar aquí unos días con la excusa del Halloween de PortAventura», asegura el portavoz de los hosteleros.
PortAventura importó la celebración de Halloween en el año 2000 y desde entonces no ha parado de crecer. De hecho, es ya parte de la temporada alta en el resort de Vila-seca y Salou. En la última temporada, el parque de atracciones recibió a 650.000 visitantes durante las siete semanas en que se sumerge en la tematización de terror. Además, por estas fechas mantiene todos sus hoteles a pleno rendimiento, con ocupaciones que el año pasado alcanzaron el 80% de media.
«PortAventura estira a todo el sector», admite Guardià, que afirma que «cada vez son más los alojamientos que alargan la temporada hasta Halloween y algunos incluso hasta Navidad, a remolque de PortAventura».
Temporada alta en el interior
Por otra parte, desde la Federació d’Associacions d’Empresaris d’Hostaleria de la Província de Tarragona (AEH) consideran esta estación como la «temporada alta» en lo que ellos llaman la «otra» Costa Daurada: hoteles urbanos, de comarcas de interior i de las zonas litorales del norte y el sur de la demarcación. En estos establecimientos, avanzan, por el puente del 1 de noviembre se producirá el pico de ocupación de la temporada.
«El otoño es para la ‘otra’ Costa Daurada uno de los mejores momentos del año, sobre todo durante puentes como el de la Castanyada», afirma Magí Mallorquí, presidente de la Associació Hotelera de la Província de Tarragona. «Atraemos a un perfil de turismo MICE (de congresos) y nacional de calidad, que revierte en el territorio y nos ayuda a construir un destino atractivo y sostenible», añade.
En este sentido, desde la entidad prevén ocupaciones muy buenas en Tarragona ciudad, gracias sobre todo al turista de proximidad y europeo sénior, que viajan en esta época para evitar masificaciones o por motivos profesionales. Por otro lado, en comarcas del interior, así como en localidades de playa próximas a Barcelona, como Altafulla, han detectado un incremento de actividad MICE en los meses de octubre y noviembre, clave para llenar habitaciones también entre semana.