El Barri de la Salut de Salou vivió el pasado día 10 una nueva jornada de inundaciones en varias de sus calles. En esta ocasión, no se debió a la lluvia caída que acostumbra a bajar por el Barranc de Barenys, sino al agua de mar que entraba tierra adentro debido a la subida de la marea en la playa de Ponent. En el barrio se han ‘acostumbrado’ a esta doble circunstancia: «cuando no sucede una, ocurre la otra», detalla Raúl Laplana, vecino de la zona.
De hecho, es algo extraordinario que coincidan simultáneamente la abundante lluvia que procede de Barenys y el temporal marítimo con marea alta en la zona.
En su día ya se pensó en esta doble posibilidad, aunque se sigue creyendo que la mejor solución pasará por la canalización definitiva de Barenys, que debe resolver esta doble coyuntura. A día de hoy, el Barri de la Salut dispone de varias salidas al mar para canalizar el agua de lluvia y también para el agua del mar que entra dentro del barrio, cuando sube la marea.
En una cota más baja
El Passeig Miramar, antigua carretera de la Diputació, discurre a una cota más elevada que el propio Barri de la Salut. Dado que el barrio queda en una cota más deprimida, entre la vía del tren y el propio paseo, esta circunstancia se convierte en un problema cuando llueve mucho o cuando hay temporal de mar.
Cuando el agua de lluvia se acumula dentro del barrio, ésta se debe dirigir y sacar hacia el mar. Y cuando entra agua del mar, por el temporal, en el interior del barrio, por las mismas salidas de la lluvia, esta debe extraerse, también, con un sistema de bombeo.
Toda el agua, tanto la de entrada en el Barri de la Salut proveniente del mar como la de salida de la lluvia pasan por las mismas compuertas que funcionan gracias a la fuerza y a la presión que ejerce el agua en un sentido u otro (hacia mar o hacia el interior).
Según explica el concejal de Manteniment del Ayuntamiento de Salou, Pedro Madrona, «cuando el pronóstico meteorológico anuncia lluvias, el Ayuntamiento lleva una máquina a la arena de la playa y abre un canal, una zanja para que salga el agua de la canalización que viene del Barri de la Salut y que empuja las compuertas mencionadas. Entonces, el agua de la lluvia puede salir hacia el mar».
Por contra, el nivel del mar sube cuando hay bajas presiones. Si hay tormenta de mar y viento fuerte, las olas, dado que el mar está más alto, llegan y se adentran mucho más hacia el interior de la costa. Es entonces cuando traspasan el Paseig Miramar y llegan hasta las compuertas. Son las mismas compuertas que sirven para que salga el agua de lluvia. Ahora, el mar las empuja y las cierra para evitar que entre tanta agua hacia el interior del Barri de la Salut.
Según Madrona, «a pesar de que este sistema no soluciona 100 por 100 del problema, sí que evita que el mal sea mayor. Un poco de agua siempre entra, pero el barrio no se inunda en exceso».
Bombas de extracción
Para Madrona, «lo que hacemos es priorizar un problema o el otro y como ya tenemos una cierta experiencia, lo que se hace desde el Ayuntamiento es una duna de protección en la arena, con las máquinas, si somos conocedores de las previsiones con antelación». Es por ello que que «abrimos un canal sesgado formando una duna de protección, en forma de curva, por lo que las olas del mar no entran directamente al canal. Al mismo tiempo, hacemos otro canal, igualmente, para que pueda salir el agua de la lluvia. Se intenta trabajar para paliar los efectos, en ambos sentidos».
Además, el Ayuntamiento cuenta con unas bombas de extracción de agua y «con el apoyo de la Brigada Municipal llevamos a cabo las tareas de bombeo del agua acumulada en el interior del barrio y la conducimos hacia el mar», explica Madrona.
