Vila-seca ha quedado fuera del plan de transporte por carretera que ha diseñado Renfe de cara al corte ferroviario que interrumpirá el servicio entre Tarragona y Sant Vicenç de Calders a partir del 1 de octubre. El municipio no dispondrá de autobuses directos con Sant Vicenç de Calders, pese a que esta es una de las estaciones con más usuarios de media distancia de la demarcación de Tarragona, lo que hace que muchos de estos viajeros ya estén estudiando alternativas para dejar el tren o ver la opción que más les convenga de cara a los próximos meses.
«Tendré que estudiarlo bastante, pero he llegado a la conclusión que lo mejor será sacarme un abono para el Avant, para las situaciones límite y si hay averías», asegura Jaume Soler. Este es uno de las cientos de personas que a diario se desplaza desde este municipio a Barcelona por motivos de trabajo.
Durante los últimos años Soler ha visto como se ha incrementando notablemente la cifra de usuarios de esta estación, llegando a un promedio de unos mil viajeros al día. Muchos de estos son de municipios vecinos como Salou, Cambrils e incluso algunos barrios de Reus, que aprovechan las buenas conexiones que ofrece la estación, ya que puede aparcarse de forma relativamente fácil en las inmediaciones.
«La verdad es que no se entiende por qué Salou tendrá autobuses directos, mientras Vila-seca no. No tiene ningún sentido», lamenta José Ramírez.
De acuerdo con el plan de alternativas que se ha previsto para el corte, los viajeros desde Vila-seca tendrán dos alternativas. La primera pasa por coger un tren hasta Tarragona y de allí hacer un transbordo al autobús –en la misma zona de la estación– hasta Sant Vicenç de Calders. Aquí tendrán que hacer un segundo transbordo para subir de nuevo al tren que les llevará a Barcelona.
A través de Picamoixons
La alternativa que ofrece Renfe para evitar este doble transbordo es la opción de Reus. Esto comportará que los viajeros tendrán que retroceder hasta la capital del Baix Camp y desde allí subir a la línea que va a Barcelona por el interior, pasando por La Selva del Camp, Alcover, y La Plana-Picamoixons.
Renfe justifica que es un tema de «recursos». No obstante, los viajeros creen que la cifra de pasajeros que mueve esta terminal justifica el refuerzo que comportaría el autobús. «Están poniendo todos los huevos en la cesta de La Plana-Picamoixons, y no nos olvidemos que es un tramo en vía única, que la infraestructura está hecha polvo y que por allí también tendrán que pasar las mercancías. La pregunta que nos hacemos es cuál es el plan B para el día que haya una avería o pase cualquier cosa», argumenta la portavoz de la plataforma de viajeros Dignitat a les Vies, Ana Gómez Llauradó.
La Associació per a la Promoció del Transport Públic (PTP) considera que la estación vilasecana podría ocupar el papel de enclave estratégico en el que incluso parasen los autobuses de la R-16, en lugar de hacerlo en L’Hospitalet de l’Infant. «Teniendo en cuenta que se están contratando los vehículos por horas, entre L’Hospitalet y Vila-seca, la mejor opción es la última, porque implica menos tiempo de carretera», argumenta el portavoz de esta entidad en el Camp de Tarragona, Daniel Pi.
Pi anticipa que este será uno de los caballos de batalla que presentarán las plataformas de usuarios de cara a la reunión prevista para este viernes, en la que el ministerio de Transporte, junto con Adif y Renfe presentarán a los alcaldes las afectaciones. ¿Será un documento cerrado o todavía admitirá cambios? Ahora mismo esta es una de las cuestiones encima de la mesa. No obstante, el alcalde de Vila-seca, Pere Segura, considera que el problema de fondo es el planteamiento.
«Existe una gran preocupación por los fallos e incumplimientos del servicio actual y ahora encima tendremos las obras en la infraestructura, que poco tienen que ver con la mejora del servicio desde el punto de vista del usuario, sino que se plantean con el uso mixto de las mercancías», argumenta Segura.
Secuestrados por el servicio
El edil vilasecano pone en valor el «gran trabajo» detrás del plan alternativo de transporte para minimizar las afectaciones. Recordemos que las obras alterarán los servicios de las líneas R-14, R-15, R-16 y R-17, además de la RT-2 de Rodalies, lo que representa un volumen de más de 15.000 viajeros al día.
En estos más de cinco meses hasta el 2 de marzo, estos pasajeros tendrán que hacer transbordos, lo que acabará alargando los temas de recorrido. «Es una noticia nefasta para los que defendemos el transporte público como alternativa, porque al final los únicos que utilizan este transporte alternativo son los que están secuestrados por el servicio, porque no les queda más remedio. En cambio, los otros empezarán a utilizar el vehículo privado», argumenta Segura.
Jaume Soler afirma que está «muy acostumbrado» a utilizar el transporte público, por lo que no se le hace una montaña detenerse cinco minutos para estudiar entre las diferentes alternativas para evitar pasarse el día viajando de un sito a otro. Pese a ello, este asegura que «la gente está muy confundida» y ya hay quien está pensando en el uso de aplicaciones para compartir coche, como una alternativa para afrontar estos meses.
Estos usuarios habituales que han ido siguiendo la planificación del corte tampoco entienden por qué, a falta de cuatro semanas para el inicio de las obras, todavía nadie ha dado una respuesta sobre por qué no puede utilizarse el empalme de Vila-seca.
Es una alternativa que han planteado las plataformas de usuarios para la utilización de la línea de alta velocidad, de forma que podría establecerse un servicio desde la estación de Tarragona, que empalmase con la terminal de Camp de Tarragona y desde allí a Barcelona. La infraestructura está hecha y el material móvil para circular por el doble ancho de vía existe.