Las personas con discapacidad y gente mayor de Cambrils han sido recogidas, desde el inicio de la semana pasada, por taxistas del municipio para ser trasladadas hasta sus respectivos centros y luego para volver a sus casas.
Esta situación excepcional se debe a la renuncia de la empresa Nika, encargada de realizar este servicio hasta el pasado jueves. Hace un par de semanas, la empresa de autobuses comunicó a técnicos del Ayuntamiento que dejarían de llevar a cabo este transporte.
El contrato con Nika terminó hace unos meses y mientras se esperaba a la licitación, que finalmente quedó desierta, el consistorio iba renovando el contrato con la empresa, pero estos cada vez pedían más dinero. Así lo ha explicado la concejala de Benestar de Cambrils, Teresa Recasens, al Diari.
Este servicio formaba parte del Consell Comarcal hasta que en 2015 el Ayuntamiento de Cambrils decidió coger las riendas del proyecto. Ahora, tras casi diez años y con una situación «muy complicada», vuelve al Consell, aunque el transporte de la gente mayor hacia sus centros de días y al casal seguirá en manos del consistorio.
«La Generalitat, el Consell Comarcal y el Ayuntamiento pensamos que la mejor solución era que esta competencia volviese a su órgano original, ya que ellos cuentan con diferentes empresas y más soluciones que nosotros», confiesa Recasens.
Esta cuestión fue tratada en el pleno del pasado viernes. Desde la oposición, todos coinciden que es la decisión correcta. Concretamente, el portavoz del NMC, Oliver Klein, entendió que se trata de una «situación de urgencia», pero cree que «Cambrils debería tener la capacidad de solucionar este problema por sí mismo».
Mientras el Consell Comarcal prepara una nueva licitación, los taxistas del municipio serán los encargados de llevar a cabo estos transportes. Se prevé que lo hagan durante cuatro meses, ya que es el tiempo que tarda en prepararse el concurso.
Desde el servicio de taxis de Cambrils, David Benítez, asegura que fueron contactados hace un par de semanas y vieron con buenos ojos coger las riendas de este proyecto y poner a disposición de la ciudadanía algunos de sus vehículos.
Cuatro taxis con monitor
Durante estos primeros días han puesto a disposición cuatro furgonetas adaptadas para poder llevar a cabo todos los recorridos. Por obligación, todos los coches cuentan con la presencia de un monitor.
Desde el consistorio esperan que pronto el Consell Comarcal pueda hacerse cargo de dos líneas y así repartirse los destinos con los taxistas, que pasarían a tener menos responsabilidad con el proyecto y no sería necesario ceder cuatro vehículos.
La hija de Esther Rodríguez es usuaria de este tipo de transporte para ser trasladada hasta el Centro Ocupacional Baix Camp, en Reus, donde pasa toda la mañana.
Rodríguez habla con el Diari para explicar que están muy contentos con el servicio de taxis, el cual realiza un servicio puerta a puerta.
Sobre todo destaca la puntualidad del taxi, ya que incluso llega varios minutos antes de la hora establecida. «Tienen que recogerla a las 8:30 y a las 8:15 ya esta subida en el taxi», asegura. «Pasa lo mismo por la tarde, que a las 15:45 está en casa, cuando normalmente llegaba sobre las 16:00 horas», añade.
Además, se siente segura sabiendo que con ellos viaja una monitora, igual que cuando pasaba el autobús.
Rodríguez no ha querido pasar por alto que el pasado viernes 26 de enero no hubo servicio y su hija no pudo ir al centro, ya que Nika hizo su último viaje el jueves y los taxistas no empezaron los transportes hasta el lunes.
«Mi hija al no ser tan dependiente, pudo quedarse conmigo, pero hay mucha gente que se quedó colgada y sin ninguna solución».
Durante cuatro meses, esta será la tónica habitual, hasta que el Consell Comarcal encuentre una nueva empresa, que esté dispuesta a realizar este tipo de servicio, aunque desde el consistorio confían en el órgano, ya que «se encarga de este transporte en otros municipios de la zona».