Pasado el próximo verano los perros podrán correr sueltos por algunos tramos de la playa de Calafell. El Ayuntamiento ha aprobado una modificación en la ordenanzas municipales de tenencia de animales que permitirá dejar sueltos a los perros.
Las fechas de permisividad será entre noviembre y Semana Santa. Para el inicio de la aplicación de la nueva ordenanza ya estarán delimitadas las zonas donde habrá permisividad. El Ayuntamiento estaría ultimando la elección de los puntos.
Supervisión
En todo caso, los perros deberán estar bajo la supervisión de sus dueños y no podrán salir de las zonas autorizadas. El Ayuntamiento pretende que sea en puntos donde pueda haber menos rechazo por parte de vecinos o terrazas.
En esos puntos habrá acceso a agua potable y con depósitos en los que poder depositar las heces de los animales. El Ayuntamiento señala que será responsabilidad de los dueños de las mascotas mantener limpio el área. En caso de un incumplimiento en cualquier momento podría revocarse esa autorización por lo que la continuidad dependerá del civismo de los usuarios.
En la mejora de los servicios para los perros el Ayuntamiento ha instalado en el paseo marítimo diversas fuentes que tienen un dispensador para los animales. También se colocarán distribuidores de bolsas de plástico.
La iniciativa de habilitar espacios en las playas para los perros no pudo habilitarse cuando se propuso el pasado año. Pero desde diferentes sectores se avisó que la medida pondría en riesgo la concesión de la bandera azul, que prohibe expresamente la entrada de animales a las playas.
Temporada de baño
El alcalde Ramon Ferré explicó que la autorización será para fuera de la temporada de baño. Ferré reclama la responsabilidad de los propietarios de animales para mantener las zonas habilitadas limpias.
En el proyecto de configurar una ciudad adaptada a los perros también habrá una campaña municipal para que los establecimientos comerciales dejen acceder a los dueños con sus mascotas.