El turismo está superando ya los niveles de prepandemia. Al cierre de 2023, España recibió 85 millones de viajeros, una cifra que lo posiciona ya como el segundo país del mundo con mayor demanda, solo por detrás de Estados Unidos y seguido por Italia, según un estudio realizado por Google.
Tras unos años de estabilidad a causa del covid, aunque tímidamente al alza mes a mes, desde el pasado enero hasta octubre de 2023, las pernoctaciones incrementaron un 6,5% respecto al mismo periodo del año anterior, incluso superando las registradas en igual periodo de 2019, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
La misma fuente desvela que, a lo largo del año anterior, el 8,8% de los turistas extranjeros que visitaron España pernoctaron en hoteles de categoría cinco estrellas, un porcentaje más elevado que el que hace referencia a los españoles, cuya estancia en este tipo de alojamientos se quedó en un 3,7%.
En términos globales, fueron más de 1,2 millones las pernoctaciones que suman los turistas extranjeros, lo que supone el 84,8% del total de noches en la categoría hotelera más lujosa, que también se traduce en un crecimiento respecto a otros años.
Todo esto no es obra del azar, sino que es fruto de una labor constante y una propuesta ideada hace tiempo, ya que la ampliación de la oferta hotelera Premium del país ha ido creciendo exponencialmente hasta alcanzar los 370 alojamientos de lujo operativos, convirtiendo al sector en el 2% del PIB español.
Desde la Federación española de lujo destacan la capacidad de crecimiento que todavía tiene el sector, «que atrae a viajeros de alto poder adquisitivo, de los cuales ocho de cada diez pernoctan en hoteles de lujo».
Además, se trata de un perfil de turista, conocido como ‘de alto impacto’ porque aporta un gran volumen de facturación para empresas y países: el gasto medio del viajero de excelencia es cuatro veces superior y genera el doble de empleo que el turista habitual. En cifras oficiales, el INE indica que este tipo de turistas realiza un gasto de aproximadamente 900 euros al día, mientras que el gasto realizado por un turista normal es de 140 euros al día.
Siete de cinco
Desde 2003 la provincia cuenta con varios alojamientos de categoría Premium. Cada uno de ellos se ha especializado en un público concreto para diferenciarse del resto, ofrecer una experiencia distinta dentro del sector y obtener el máximo retorno de la inversión.
Los dos últimos cinco estrellas en abrir sus puertas han sido en el Priorat. En 2018 el Hotel Terra Dominicata, ubicado junto a Escaladei, sorprendió rehabilitando un espacio de monjes cartujanos para «ofrecer una estancia única en un paraje excepcional: 26 habitaciones de alto confort, en medio del parque Natural del Montsant», explican sus propietarios, la familia Vives.
Y en mayo de 2023, el Gran Hotel Mas d’en Bruno, en Torroja del Priorat, en pleno enclave vinícola, inauguró como hotel boutique con categoría cinco estrellas y convirtiéndose en el único que, además, es Relaix & Chateau.
«Un hotel con un restaurante con una estrella Michelin. Un resort de hiperlujo a pie de playa. Dos hoteles dedicados en especial a los amantes del vino y al descanso en el Priorat.
Otro dentro de un parque temático. Un sexto ubicado en una masía modernista obra de Lluís Domènech i Montaner. Y el séptimo a escasos metros de la playa y punto de atracción para el turismo familiar de alto poder adquisitivo», definía Xavi Fernández en un artículo del Diari describiendo a la perfección la idiosincrasia particular de cada uno de los siete cinco estrellas de la provincia.