Los Mossos d'Esquadra creen que los principales acusados del 17-A, Driss Oukabir y Mohamed Houli, no participaron directamente en los ataques de la Rambla y Cambrils, a pesar de que sabían que la célula preparaba atentados para el 20 de agosto con coches cargados de explosivos en el Camp Nou, la Sagrada Familia y la Torre Eiffel. De hecho, el informe pericial de inteligencia concluye que Driss participó indirectamente en el atentado de la Rambla, puesto que alquiló la furgoneta que cometió el atropello, pero sabía que el vehículo era uno de los previstos para ser explosionados en lugares concurridos. De Houli, los Mossos admiten que dio algunos detalles de la célula, pero no ayudó nada a parar el ataque de Cambrils.
El informe de inteligencia de los Mossos concluye que Oukabir y Houli participaron plenamente en los preparativos de la célula y eran plenamente conscientes de los ataques "inminentes" que estaban previstos por el día 20. La explosión de la casa de Alcanar, usada como laboratorio, taller y almacén de explosivos, hizo cambiar los planes de forma improvisada. Houli, herido y detenido en el hospital, habló con la policía, pero no dio detalles que pudieran hacer prever el ataque en Cambrils la madrugada del 17 al 18 de agosto. Driss había mostrado reticencias de última hora a ciertos aspectos de los ataques previstos, pero acabó pagando una furgoneta de alquiler a su nombre el 16 de agosto para dejarla a Younes Abouyaqoub, que el día siguiente acabó atropellando decenas de peatones en la Rambla de Barcelona.
La defensa de Houli ha intentado evidenciar que su cliente colaboró con la policía y la justicia, pero los agentes han asegurado que los datos que dio eran poco precisos y relevantes, y que si se hubiera arrepentido de verdad habría colaborado mucho más con los Mossos y habría dado suficientes datos como para evitar el ataque en coche y armas blancas en el paseo marítimo de Cambrils. De hecho, los Mossos recuerdan que en un vídeo grabado como testamento vital de los terroristas, Houli es quien lleva la cámara de video y en su voz no se lo nota ni amenazado ni arrepentido por lo que están a punto de hacer.
Por eso, la policía concluye que los dos principales acusados no participaron directamente en los ataques, pero prepararon otros mucho más graves que no se llegaron a cometer a causa de la explosión accidental en Alcanar.
Los Mossos también han intentado desmontar la tesis de Driss Oukabir según la cual él no cumplía los preceptos del Islam, como no beber alcohol ni drogarse, cosa que supuestamente demostraría que no formaba parte de la célula islamista. Pero los agentes han asegurado que algunos terroristas yihadistas "disimulan" su ideología haciendo cosas que el Islam prohíbe para despistar a la policía.
Al inicio de la sesión, el abogado de Oukabir ha pedido en la sala poder citar como testigo la subdirectora de Recursos Humanos de la Consellería de Interior, Esperança Cartiel, que en una carta de septiembre del 2018 admitió que los Mossos d'Esquadra hacían algunos test de ADN con reactivos caducados pero previamente comprobados, según ha publicado 'El Mundo'. Esto contradice en buena parte la declaración del jefe del laboratorio científico de los Mossos en este mismo juicio. El magistrado presidente, Félix Alonso Guevara, ha descartado el testigo.