Lluvia intermitente, la acompañante de los libros y las rosas en los municipios de Costa

La Costa Daurada vivió una esplendida mañana de Diada y combatió el mal tiempo de la tarde

23 abril 2024 20:26 | Actualizado a 23 abril 2024 21:52
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La Costa Daurada se preparó para celebrar la Diada de Sant Jordi, a pesar de la incertidumbre del tiempo.

En Cambrils la quincena de stands situados en el Passeig Miramar estaban a punto desde las 9.00 horas. Por la mañana fue el turno «de las escuelas y de las personas mayores, sobre todo visitantes de Aragón», explica Manoli, desde Els Valents.

Los paradistas confirman que fue una gran mañana, pero que el punto álgido de ventas fue la tarde, hasta las 20.00 cuando empezaron a recoger por el frío que provocaba el viento y la lluvia.

Cambrils contó con varios actos para favorecer el reclamo de visitantes, como un pintacaras, baile de sardanas, el espectáculo PIGS o la música de los timbaleros de la colla Tota L’Endenga. También se realizaron firmas de libros, por parte de Montserrat Loba, Puri Duque, Meritxell Blay y Miquel Bonet, entre otros.

A pesar de la lluvia intermitente de la tarde se siguieron vendiendo rosas y libros. «La rosa tradicional es la más vendida, pero cada vez gusta más la rosa azul», explica Laia Solsona de la floristería Anna Abellà. En cuanto a los libros, «los más vendidos están siendo los de Jöel Dicker, Javier del Castillo y en catalán el premio Josep Pla», asegura Xavi Ortoneda de la librería Bellart.

En Salou, 35 paradas de libros, rosas y talleres llenaron la plaza de la Pau. Durante todo el día cientos de personas pasearon por la plaza para disfrutar de actividades y actos, además de lo más importante: rosas y libros.

Este año destacó el stand de la nueva Associació d’Escriptors de Salou Ora Maritima, en la que una treintena de autores locales expusieron sus más de 40 títulos.

En Vila-seca, la fiesta se concentró alrededor del Castell, engalanado para la ocasión. Unas 20 paradas ofrecieron una gran cantidad de libros y rosas. A pesar de la lluvia que amenazó la celebración, los vilasecanos pudieron disfrutar hasta último momento, con la fiesta popular de la Colla Gegantera i Grallers, los Xiquets de Vila-seca y el Esbart Dansaire Ramon d’Olzina. Por la mañana, unos 400 escolares protagonizaron la Cantata de Sant Jordi que llenó el Celler.

El Vendrell vivió un Sant Jordi lleno de gente. Desde primera hora, las calles lucieron sus mejores galas, rosas y libros.

El goteo de personas fue constante pese a la lluvia que enturbió un poco la Diada. No obstante; tanto floristas como libreros se mostraron muy satisfechos con las ventas.

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