El barranco de Barenys mantendrá la desembocadura en Salou por la calle C por lo menos dos años más. La segunda fase de las obras para desviar el trazado del barranco, que debían empezar este año, están paralizadas a la espera de aprobar una modificación del proyecto inicial por parte de Infraestructures de la Generalitat. Estos cambios implicarán una modificación del POUM y nuevas expropiaciones para el nuevo canal que se abrirá a cielo abierto por encima de la antigua vía del tren. Aún no hay fechas para retomar los trabajos.
En unas semanas, la Generalitat recepcionará la primera fase de las obras, que ha ejecutado la constructora Lantania y que ha consistido en la canalización soterrada del tramo final del barranco, a través de cuatro grandes cajones de hormigón. Actualmente, esta canalización conecta la playa de Ponent hasta el límite con el Estadi Municipal, cuya ubicación se ha tenido que modificar para dejar espacio al nuevo trazado.
Una vez soterrada la desembocadura, ahora falta culminar el nuevo canal artificial hasta empalmarlo con el cauce natural del barranco, a la altura del Vial de Cavet. Un canal de 1.000 metros de longitud, que tendrá 3 metros de altura y 30 de ancho y que discurrirá en paralelo a la calle Barenys.
La previsión era poner en marcha los trabajos de esta segunda fase una vez finalizada la primera, a principios de este año. Sin embargo, desde la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) explican que Infraestructures, que es quien ejecuta las obras, ha tenido que replantear el plan inicial para «incluir algunas indefiniciones del proyecto».
El objetivo, detallan, consiste en «poder ejecutar una solución que dé capacidad superior a la canalización». En este sentido, el desvío del trazado del barranco persigue reducir al mínimo el riesgo de inundación en su tramo final, con un cauce Q500, es decir, que tenga un riesgo de inundación cada 500 años. Cuando se complete la nueva infraestructura, la capacidad de desagüe del barranco será de 140 m3 por segundo.
Las obras de la segunda fase del proyecto, adjudicadas a la empresa Copcisa, suponen una inversión de 3,8 millones y se alargarán durante 18 meses.
Antes, el Ayuntamiento de Salou deberá tramitar una modificación puntual del POUM que sirva, señalan desde la Generalitat, «para poder sacar adelante las expropiaciones de manera ágil».
El consistorio ya está trabajando en este cambio urbanístico, paso imprescindible para poder retomar las obras. Desde el Ayuntamiento detallan que, al cambiar el trazado que tendrá el barranco, «se tiene que adecuar el planeamiento a la traza final que tendrá el cauce». La previsión es que la tramitación de esta modificación puntual del POUM se alargue durante 12 meses.
Dos años de obras
Después de décadas de reivindicaciones, en enero de 2022 arrancaban las obras para desviar el trazado del barranco de Barenys y acabar con las inundaciones en el barrio de la Salut. Una solución que se alcanzó tras varios años de cambios en el proyecto y alternativas de trazados, incluyendo una sentencia del TSJCat que tumbaba el anterior plan en 2015.
El primer paso para crear el nuevo canal fue la demolición de una línea de viviendas –29 edificios– en el barrio de la Salut, que liberó el espacio entre las vías del tren y el paseo Miramar. Ahora, tendrán que expropiarse los terrenos alrededor del barranco para culminar la obra. Mientras, el barranco mantendrá su cauce actual y desembocará por el cajón de desagüe que pasa por debajo de la calle C.
La nueva plaza de Ponent, lista para abrir a los peatones
Uno de los espacios más visibles de la primera fase de las obras de Barenys es la nueva plaza que ha resultado de la eliminación de una línea de viviendas en el barrio de la Salut. En este espacio se instalaron tres de los cajones de hormigón soterrados por donde circulará el agua del barranco en episodios de lluvias torrenciales. Por encima, se ha habilitado una plaza pública que abre una nueva conexión desde la calle Barenys y la zona de los campos de fútbol hasta el paseo Miramar.
Hace unos días, el Ayuntamiento de Salou culminaba las obras de ajardinamiento de la plaza, a la que ha bautizado con el nombre de Ponent. La previsión es que se abra a los peatones a finales de mes o a principios de junio.