Después de más de 10 años de luchas y batallas, al fin, el Institut de Altafulla terminará este nuevo curso sin filtraciones de agua. Infraestructures de la Generalitat ha adjudicado a la empresa Construccions JTP las obras de reforma necesarias para poner punto y final a un problema que provocaba que incluso se tuvieran que desalojar a los alumnos de un aula cada vez que llovía.
Los trabajos tienen un coste de medio millón de euros y comenzarán el próximo 15 de septiembre si que ello suponga, según aseguró la concejal de Educación del Ayuntamiento de Altafulla, Eva Martínez, ninguna afectación a la hora de impartir las clases. En este sentido, Martínez avanzó que «se trabajará mayoritariamente durante la tarde, cuando los alumnos ya se hayan ido, ya que su horario lectivo se compacta en una jornada intensiva».
Las obras que se llevarán a cabo afectarán, por una parte, a los pasillos del centro, y por otra, a dos aulas. En una de ellas, la más afectada por las filtraciones, no se actuará hasta las vacaciones de Navidad, con lo que, según apuntó la concejal de Educación, el instituto valorará si durante el primer trimestre de curso la mantiene operativa o no. Esta será la última intervención que se llevará a cabo, puesto que las obras finalizarán, previsiblemente, el 15 de enero.
Goteras desde que abrió
El Institut de Altafulla abrió sus puertas en el curso 2007-2008, pero lo hizo en barracones. El curso siguiente las clases se trasladaron al actual edificio, propiedad de Infraestructures de la Generalitat, y tres años después, en 2012, aparecieron las primeras filtraciones de agua.
El centro comenzó entonces una batalla para poner punto y final a un problema que cada vez se hacía más grande, hasta el punto de parecer que el instituto carecía de techo cada vez que llovía.
Ante esta situación, a los alumnos que en los días de lluvia estaban en el aula más afectada, el centro los trasladaba a otro espacio, pero no había más lugares para poder reubicar a los que daban clase en el aula menos perjudicada, con lo que hasta ahora se ponían cubos de agua por todo el suelo para recoger el agua que cae del techo.
Posible ampliación futura
Una vez se hayan resuelto los problemas con las filtraciones, el Ayuntamiento de Altafulla pedirá a la Generalitat que el Institut acoja, a medio plazo, las líneas de secundaria y de bachillerato. Esto supondría para el centro, disponer de un mínimo de 5 aulas de más.