Al pie de la N-340, al otro lado de los mejores campings del sur de Europa, nació hace casi medio siglo la urbanización Sant Miquel. Como la mayoría de crecimientos urbanísticos en la costa, el origen de esta área residencial en el término de Mont-roig del Camp era de carácter privado y fue la empresa Alanar SA, con sede en Barcelona, la que escrituró la urbanización «Entrerieras» poco después de la década de los años 70 del siglo pasado. El nombre de Entrerieras se debe a que esta urbanización privada delimitaba entre dos barrancos, uno de ellos el de La Porquerola.
«Yo llevo viviendo desde hace más de 40 años y la urbanización tuvo sus más y sus menos»,explican los vecinos que tienen residencia todo el año. La urbanización de Mont-roig del Camp en 2015 pasó a ser de titularidad pública, según señalan los documentos que tienen en su poder este colectivo de vecinos. La escritura detalla este traspaso de competencias y que paralelamente implica que los servicios públicos de Santr Miquel debían ir adecuándose a las necesidades actuales y bajo la responsabilidad del Ayuntamiento de Mont-roig del Camp.
El consistorio cumple a su ritmo
Poco a poco, admite el vecindario, la urbanización empezó a ser una zona residencial de carácter público con los servicios que requería: el alumbrado de las calles se estrenó en 2017, el suministro de agua de uso de boca en 2018 y la red de alcantarillado y la recogida de la basura también empezó a funcionar en esos dos años.
Sin embargo, la modernización y actualización de servicios debía culminarse con un nuevo asfaltado de las calles de esta urbanizaicón con casi 220 viviendas repartidas en una decena de calles en forma de cuadrícula. «Sant Miquel se recepcionó con las calles muy castigadas. Y hoy todavía continuan igual. Cada uno de los viales son caminos de gravilla, donde el asfaltado original se ha ido fragmentando hasta dejar zonas con baches o caminos de gravilla», apuntan un grupo de vecinos que han querido exponer esta carencia de la urbanización tras cinco años de competencia pública.
La situación no es excepcional en Mont-roig ni el núcleo turístico de Miami Platja, pero hace pocos días la queja cogió más visibilidad en las redes cuando se fotografiaron dos plantas colocadas en baches profundos como forma de protesta por el deterioro de la vialidad.
Visitas y reclamaciones
Los vecinos aseguran que antes de exponer sus quejas en las redes sociales han ido muchas veces al Ayuntamiento de Mont-roig para pedir un asfalto nuevo que ponga fin a este deterioro urbanístico que daña la imagen de la urbanización Sant Miquel y también ocasiona mayor desgaste de los vehículos que circulan.
«Se nos ha escuchado, se nos ha atendido y se nos ha dicho que son conscientes de que debemos tener un nuevo asfalto. Pero nadie nos dice cuándo y parece que cada vez que vamos se nos atiende, pero sin más», explican los vecinos que la última visita a las oficinas municipales ha sido a principios de este año.
El Ayuntamiento: «Está previsto hacerlo en un máximo de dos años»
El alcalde de Mont-roig del Camp, Fran Morancho, conoce bien la problemática que explican los vecinos de la urbanización Sant Miquel. «Entre Mont-roig y Miami Platja tenemos más de 20 urbanizaciones.
A medida que tenemos capacidad económica vamos resolviendo los problemas de cada una. Entiendo las quejas, pero actuamos en función de los recursos». Morancho explica que están pendientes de una línea de subvención de la Associació Catalande Municipis para poder asfaltar calles de varias zonas y el objetivo es que en un plazo de dos años esta problemática quede resuelta en Sant Miquel y en otras urbanizaciones de la localidad del Baix Camp.