Hace ahora 100 años. Aquella fiesta contó una gran participación. Por la mañana llegaron muchos en carros desde diferentes pueblos de la comarca. Por la tarde lo hacían en tren hasta Sant Vicenç de Calders. Fue la primera fiesta mayor de Coma-ruga.
La zona era ya entonces un lugar de afluencia de turistas. Familias que acudían a los baños terapéuticos, los cafés y los restaurantes. Fueron esas familias y los propietarios de los negocios quienes impulsaron una fiesta mayor que se celebra estos días.
Aquella primera fue el 5 de agosto de 1917. Los impulsores consideraron que el primer domingo de agosto era el más indicada, como recogen en un estudio la responsable del Arxiu Comarcal del Baix Penedès, Nati Castejón y el investigador local, Angel P. Archilla.
Para la ocasión
Hoteles y los chalets se decoraron para la ocasión. Coma-ruga era la playa del municipio de Sant Vicenç de Calders (la agregación al término de El Vendrell fue en 1946). El semanario Baix Penedès, publicaba el 28 de julio de 1917, el origen de la fiesta. Señalaba que «esa barriada, uno de los lugares más famosos y una de las playas más preciadas, en las que la soledad y quietud invernal contrasta con el bullicio y continua fiesta del verano, cuenta con una nutrida colonia veraniega y un número más que regular de confortables restaurantes y hoteles».
Explica que «juntos, a pesar del continuo bullicio que ahora reina, echan en falta una fiesta señalada. Una de aquellas fiestas que sobresalen de los demás, o sea, aquella fiesta que no falta en ninguna villa o pueblecito».
Se formó una comisión para organizar la fiesta. Hubo músicas a primera hora para llamar a los vecinos a los actos y en la capilla de Sant Salvador, que aquel año abrió al culto con una misa semanal, ofreció un oficio. Una traca valenciana y los bailes de bastonets, cercolets y los juegos de cucanya, fueron la diversión, que contó con una suelta de globos. Ya por la tarde hubo el tradicional ball de coques y fueron las hijas de los veraneantes quienes vendieron las papeletas.
Falló el castillo de fuegos artificiales, que fue menos espectacular de los esperado. Aquella primera fiesta mayor de Coma-ruga acabó con un baile en el salón del entonces hotel balneario Miramar. Había que ir de etiqueta y fueron familias de veraneantes como los Carreras, Trillas, Sardà, Torres i Campllonch, Infiesta, Vives, Jansà, Girona, Trius, Escofet, Mata, Vidal, Ferret, Bordas y Janllonch quienes invitaron al resto de veraneantes.