La urbanización Parc Mont-roig denuncia una grave situación con la que llevan conviviendo durante más de un año y medio.
Más de 50 gatos callejeros salvajes campan a sus anchas y sin control por la urbanización, en la cual se encuentra en una reserva natural de la biosfera, el Estany Gelat. Los vecinos comentan que desde la llegada de estos gatos -después de unas obras que se realizaron en Miami Platja- este espacio natural se ha quedado sin animales autóctonos que convivían en la zona.
Según explican desde la urbanización, esta multiplicación de gatos callejeros se debe a que un par de vecinos, un chiringuito de la zona y varias personas que vienen de otras localidades alimentan a estos gatos. Únicamente uno de estos está autorizado para alimentar a los gatos y se le permite legalmente tener una colonia controlada, pero cada vez más los vecinos ponen en duda este control, ya que cada día aparecen más gatos.
María Martínez, vecina de Parc Mont-roig, asegura que están «desesperados, porque los gatos se cuelan en las casas y nos encontramos con sus micciones en nuestras propiedades».
Medidas
Son muchos los que ya han puesto sensores en sus casas para detectar cuando entran estos animales en sus propiedades para poder echarlos inmediatamente, ya que según explican, «son salvajes y pueden llegar a ser peligrosos».
También pusieron una instancia en el Ayuntamiento de la localidad, pero «no nos han hecho caso», se quejan. Actualmente, el consistorio cuenta con una campaña Cuidem els gats de carrer, donde aseguran que estos animales están respetados por la ley, pero que está prohibido alimentarlos sin un permiso legal.
Los vecinos aseguran que todos son amantes de los animales, pero que esta situación los está superando.
