«El objetivo es que la gente de Vila-seca no sólo nos vea cuando salimos a actuar, sino que también pueda experimentar lo que significa formar parte de la colla». El Celler de Vila-seca ha acogido este domingo la cuarta edición de la Festa del Seguici de Vila-seca, una ocasión de oro para acercar las diferentes entidades y elementos festivos a las familias. Una jornada en la que probar por un día a ser enxaneta, meterse por primera vez debajo de un gegantó, tocar los timbales o vestirse de diable para quemar pólvora.
La amenaza de lluvia ha obligado a trasladar la fiesta al interior del Celler (estaba prevista en los jardines del Castell), pero no ha frenado las ganas de las entidades ni de los más pequeños. La Festa del Seguici es una de las actividades que se enmarcan dentro del Pla Educatiu d’Entorn de Vila-seca y que busca generar vínculos entre las familias y las entidades festivas de la ciudad.
A la entrada, cada niño o niña recibía un puzzle y un álbum de cromos del Seguici, una pulsera y un pasaporte para sellar con cada una de las entidades. Entre las propuestas, desde hacer un imán personalizado del Cavall Alat, a subirse a un pilar de los Xiquets de Vila-seca o probar el Ball del Patatuf, de Bastons o de Gitanes con el Esbart Dansaire Ramon d’Olzina.
La Colla Gegantera i Grallers de Vila-seca, con el Ton, la Pineda y el Tonet; los Trabucaires del Comú, con los nuevos elementos de la futura colla infantil; y el Ball de Diables, con un bautizo de fuego, también han dado a conocer su labor entre grandes y pequeños.
«La razón de ser de esta actividad es acercar las collas y las entidades a las familias, para hacer partícipe a toda la ciudad de nuestro Seguici», ha explicado la concejal de Cultura, Manuela Moya, que celebra la gran participación tanto de las entidades como de las familias.
«Los niños y niñas hacen actividades y juegan, pero también las familias descubren que es un espacio muy bonito y de convivencia, donde tanto los niños como los adultos pueden pasárselo muy bien», añade.