La portavoz de ERC, Raquel Sans, ha ligado la aprobación de los presupuestos del Estado a los de Catalunya, al advertir de que ambos van «en paralelo» y que los catalanes «no entenderían» que se aprobaran las cuentas generales pero, en cambio, no prosperaran las de la Generalitat para 2024.
La dirigente republicana ha hecho una apelación a la «responsabilidad» de las distintas fuerzas políticas catalanas, tanto a los grupos independentistas -Junts y CUP, que no dieron apoyo en 2023-, como sobre todo a PSC y En Comú Podem, quienes forman parte a su vez de la coalición PSOE-Sumar que gobierna en la Moncloa.
La vallense también se ha referido a las riñas de su partido con los comunes y, en este sentido, se ha centrado en Hard Rock, uno de los requisitos que los socialistas pusieron para votar favorablemente a las cuentas en 2023 y que los comunes ahora sitúan como línea roja, exigiendo que el Govern descarte ese proyecto.
Sans ha recordado que «ni el año pasado ni en este había ninguna partida presupuestaria destinada al Hard Rock. «Lo que sí hay en los presupuestos -ha afirmado- son partidas para mejorar la salud, los derechos sociales y la educación. Para eso sí hay partidas. Para el Hard Rock no hay nada, más allá de una declaración pública».
A ERC le «cuesta entender» pues que si el año pasado este fue un requisito del PSC y entonces a los comunes les pareció «válido» y «no tuvieron problema» en dar apoyo a los presupuestos, ahora se haya convertido en un escollo insalvable para los de Jéssica Albiach.
«Entendemos que se acerca un año electoral y cada uno quiere marcar su posicionamiento», ha añadido. «Pero lo que les pedimos es que sean responsables. Que entiendan que una negociación implica que no serán 100% tus presupuestos. Y que esa responsabilidad que se exige a ERC, el resto de formaciones también se la deberían aplicar».
«No es el modelo de ERC»
Como ejemplo de esa actitud responsable ha puesto a su partido y a ella misma, nacida en Valls (Tarragona) y diputada en el Parlamento catalán por la provincia en la que se ubicaría el macrocomplejo, pendiente aún del visto bueno de informes urbanísticos y ambientales.
«¿Cuál es el posicionamiento de ERC, como diputada en la demarcación de Tarragona? El Hard Rock no es nuestro modelo y así lo hemos repetido. No es la bandera de Esquerra y creemos que la apuesta en el Camp de Tarragona pasa por un proceso de reindustrialización, de cómo se reconvierte la industria petroquímica o de un turismo que sea sostenible», ha aseverado.
Pero al mismo tiempo ha admitido que el proyecto «tiene aval parlamentario y territorial» -con apoyo mayoritario de PSC, Junts, PP, CS Y Vox- y además «hace tiempo que se superó el escollo sobre si Hard Rock sí o no». «Poca cosa más que añadir», ha sentenciado.