Pocos minutos después de las 12:00h del mediodía de hoy sábado ha empezado el plenario de investidura del nuevo alcalde de Torredembarra, Vale Pino.
La sala de plenos del consistorio torrense se ha llenado de vecinos de la localidad y de políticos socialistas llegados de diferentes puntos de la Costa Daurada que no se han querido perder un relevo institucional previsto y que sigue lo pactado tras las elecciones municipales de mayo de 2023.
Tras el cambio de vara y ya en su primer parlamento como nuevo alcalde, Vale Pino ha reiterado su «compromiso en seguir trabajando para mantener y garantizar la estabilidad del gobierno municipal».
Pino ha agradecido la confianza de los socios de gobierno (ERC y Junts) y dijo que «el plenario de hoy es solo un cambio de capitán, pero no de rumbo».
El nuevo alcalde socialista ha recordado que ha sido un primer año complicado en materia económica y que por delante hay tres años de mandato llenos de retos importantes para hacer de Torredembarra «una localidad más accesible y sostenible».
En la agenda de Pino, destacan encontrar una solución al Teatre Auditori, dar respuesta al «drama de la vivienda» y sobre todo, hacer lo posible para retener a la gente joven y que encuentren en la localidad las oportunidades de futuro que anhelan y quieren.
Pino ha dicho también que la administración seguirá trabajando bajo los parámetros de la «transparencia y la participación ciudadana para crear una administración que sea más moderna y ágil». «Pondremos orden en el presente para afrontar el futuro», afirmó el nuevo alcalde.
Finalmente, Vale Pino se ha dirigido a su homólogo republicano, Eduard Rovira, para agradecerle que «se quede para ayudar». «Es una buena persona, es un buen hombre y su contribución a la localidad es sinónimo de experiencia y sabiduría», ha dicho.
Vale Pino, algo emocionado en la recta final de su discurso, también ha tenido unas palabras de agradecimiento para su familia y su esposa.
Por otro lado, desde la banqueta de la oposición, el concejal de la CUP, Toni Sacristán, ha afirmado que es un cambio que aún tiene que reflejarse en el día a día local. Sacristán ha asegurado que con el relevo de Rovira por Pino se sigue una «política continuista y que es importante pasar de las palabras a los hechos».
Una vez terminada la parte más protocolaria del pleno de investidura se ha hecho entrega al ya exalcalde de Torredembarra, Eduard Rovira, una vara de recuerdo por sus años de labor y compromiso con la localidad.
En una rueda de prensa conjunta hace unos días en el consistorio ambos políticos aseguraron que este cambio es fruto de un «pacto serio» que se firmó hace un año tras los resultados electorales de las elecciones municipales.
En ese encuentro con los medios de comunicación, Rovira explicó que seguirá haciendo el trabajo que está realizando hasta la fecha, excepto las tareas propias de ser alcalde, por lo que seguirá estrechamente vinculado a las áreas de Recursos Humanos, Hacienda y Control de Servicios Internos.
En unos últimos años marcados por la crispación, la tensión continuada y el fango político, Torredembarra hizo ayer un claro ejemplo de transición y normalidad democrática. Un ejemplo.