Muchos le recuerdan como el Carboner. Jaume Vidal i Vidal (El Vendrell, 1918-1996) impulsó la música de gralla. Ese instrumento de las fiestas populares llegó a equipararse a otros instrumentos de viento en los auditorios. Jaume Vidal tocó la gralla, compuso piezas y formó a generaciones de grallers.
La asociación Amics de l’Orgue del Vendrell y Les Gralles del Baix Penedès, con colaboración de miembros de Ço del Botafoc y del Ball de Bastons del Vendrell, han editado el libro Jaume Vidal i Vidal, compositor i graller. En 2018 por el centenario del Carboner, acordaron unir esfuerzos para dar a conocer su obra y figura.
El trabajo, además de reconstruir su biografía, identifica y documenta 209 piezas que forman parte del fondo Jaume Vidal i Vidal del Arxiu Comarcal del Baix Penedès. 149 son melodías de bailes, canciones populares y coplas. 60 son originales de Vidal, algunas inéditas, además de la transcripción de once piezas. La obra recoge entrevistas a su familia, músicos coetáneos y a sus discípulos.
Identidad propia
La obra pretende reivindicar la obra de un músico que hizo de un instrumento de cultura popular una pieza esencial con identidad propia. Jaume Vidal i Vidal comenzó tocando el fiscorbo para pasar al trombón de varas. Junto a otros músicos de El Vendrell en 1942 fundó la orquesta Rialto y en 1952 se integró en la Bristol’s.
En 1944 comenzó con la gralla de la mano de Joan Mallofré Cañís, ‘Ros Camat’. Junto a Anton Mañé Mercader, ‘Ton de la Gralla’, fue un imprescindible en las fiestas, también con Jaume Esteve, ‘Casalta’, y Josep Sonet Ivern, ‘el Peces’.
Esa pasión le llevó a dejar las orquestas en 1957 y dedicarse a a la gralla. En 1975 creó Gralles del Baix Penedès con Anton Mañé Mercader, Joan Jané Escofet, Eduard Vericat Jané y el timbaler Joan Vidal Martí, ‘Baltasar de cal Tof’ con piezas de Vidal.
Fue inseparable del Ball de Bastons de l’Arboç a quien dedicó temas como El Rotllet (1946), El Rossend (1980), El Rib-Rob (1982), La Rotllana (1984) o La Clota (1986).
Maestro
Vidal enseñó a tocar a los grallers de la Colla Vella dels Xiquets de Valls, a quien dedicó un himno. También compuso para el Ball de Bastons del Vendrell obras como La Romengos (1980), dedicada a su hija Montserrat, La Rossana (1981) y L’Alboi (1983).
En 1984 fundó el sexteto Cobla Primitiva del Vendrell, que interpretaba antigua música de cobla.
Recibió homenajes como el de las collas castelleres (1976) por estreno del Himne del Casteller, de los ayuntamientos de L’Arboç (de donde es graller de honor) y Valls y de entidades.
Emblema de plata de la Generalitat, la coordinadora del Ball de Bastons le nombró Bastoner d’honor. Recuperó instrumentos y partituras. El libro permite descubrir a una figura poco conocida pese a su dimensión en la cultura popular.