Josep Capella llevaba semanas preparando el pregón de la Festa Major de la Mare de Déu del Camí de Cambrils. Había aceptado el reto con mucha ilusión y quería que todo saliera perfecto, de hecho, hasta el jueves –un día antes del acto- estuvo modificando su esperado y trabajado discurso.
El periodista tenía claro que este pregón debía ser muy especial. ¡Y vaya si lo fue! Tuvo la brillante idea de convertir la plaza del Ayuntamiento en su propio estudio de radio. Así, el comunicador unió de sus grandes pasiones, el periodismo y Cambrils, en el programa Pegar Fanalada, el mismo título de la columna que escribió durante muchos años en la edición impresa de Revista Cambrils –asociación cultural de la cual es el presidente-.
La plaza se llenó de cambrilenses, muchos de ellos con las camisetas representativas de los vileros i mariners, reviviendo así el pique histórico entre los dos sectores que marca esta fiesta. De hecho el pregonero lució durante el discurso una camisa azul marino a juego con la camiseta marinera.
«Es un honor y un privilegio compartir con todos vosotros unos minutos pero no sufráis que no serán muchos y lo haré como yo sé, como lo que soy, un periodista», empezó Capella, que acto seguido anunció que no hablaría ni de política española, ni de sus «socios Daoíz y Velarde» (los leones de bronce que presiden la entrada del Congreso de los Diputados) ni de la Moncloa. «Hoy estoy en casa y hablaré de casa, de Cambrils», expresó.
El cambrilense reconoció que «torear en casa es mucho más difícil que en otras plazas» y afirmó que se había permitido la licencia de ofrecer una «mirada marinera» de cómo se vive, antes y ahora, la Festa Major. «Pegar Fanalada es la expresión que se utilizaba para decir mirar, echar un vistazo, como recogió Pep Lluís Savall sobre el vocabulario de los pescadores de Cambrils», aclaró el pregonero.
Capella quiso tener un emotivo recuerdo a sus padres, Pepita, de quien dijo que era «una mujer de una bondad infinita», y Fermín. «Les habría hecho mucha ilusión verme aquí arriba (...) Ellos fueron los que me educaron en la estima a la Mare de Déu del Camí, que nos ha acompañado siempre en casa, sobre todo en los momentos duros, y también me enseñaron desde pequeño a querer como quiero a mi pueblo, nuestro pueblo», dijo.
El comunicador repasó sus orígenes de forma amena –su madre era vilera y su padre marinero- y combinó los datos que le habían llamado la atención de la fiesta, «que se lleva en el corazón», con cortes de voz de diferentes cambrilenses. Mencionó al maestro Josep Salceda y explicó curiosidades que captaron la atención de los asistentes, como por ejemplo que el día de la Mare de Déu del Camí, el 8 de septiembre, los marineros subían a misa primera y el plato festivo era conejo con caracoles, un manjar que se relacionaba también con la Fira.
El periodista destacó varios actos imprescindibles como la Nit del Foc o el Ball Parlat de Vileros i Mariners y dejó lo mejor para el final: una perla musical que era un homenaje a la patrona. Había encargado al grupo musical de La Teca Teatre, els Oncle’s Band –a cargo de Pep Pellicer y Pilar Palomo-, una versión del fragmento de los Goigs de la Mare de Déu del Camí que habla sobre el mar.
«Espero de corazón que os haya gustado y que sirva para ayudar a popularizar todavía más la devoción a Santa Maria del Camí», dijo emocionado el pregonero, que finalizó el discurso con un: «¡Visca Cambrils y su gente!».