La playa de Altafulla se extiende a lo largo de un kilómetro. Dispone además, de Bandera Azul, que certifica la calidad de sus aguas tranquilas y transparentes, así como la de sus servicios. Pero cabe recalcar que la playa tiene problemas y que deben ser solucionados en un futuro para así evitar posibles contratiempos.
Por qué se caracteriza la playa de Altafulla?
El rasgo diferencial de la playa de Altafulla es el Paseo de Botigues de Mar, con una primera línea de casas, sin hoteles ni grandes bloques de apartamentos. Pero no es sólo una ‘playa urbana’. Más allá del paseo, en el lado de levante se encuentran el parque de Voramar y la Roca del Fortí, y en el lado de poniente, pasado el club Marítimo, los espacios naturales del Vinyet y de la desembocadura del Gaià, hasta llegar a Tamarit. De Tamarit al Fortí, o del Fortí a Tamarit, la playa tiene unos 2,5 km de extensión. Desde el punto de vista sociológico, la playa de Altafulla tiene un carácter básicamente familiar.
Qué particularidades tiene respecto a otras playas de la zona?
Aquí hay que hacer un poco de historia. Así como las playas de Torredembarra o de Tarragona son naturalmente de arena fina, la de Altafulla era, hasta mediados del siglo pasado, una playa de cantos rodados, aportados por el río Gaià. Aunque no tenía mucha anchura, los guijarros la protegían y permitían que se mantuviera después de los temporales. Sin embargo, los cantos rodados fueron desapareciendo debido a la extracción masiva que hicieron, entre otros, la fábrica de magnesia de la Roca de Gaià y varias empresas constructoras. La degradación de la playa provocada por estas acciones antrópicas hace que llevemos ya 50 años con diversas intervenciones enfocadas tanto a proteger las casas de Botigues de Mar como a conservar la playa.
Cuáles son los principales problemas que tiene la playa hoy en día? En el caso de la playa de Altafulla la erosción es incluso más grave, por todo lo ya mencionado. Frente a Botigues de Mar prácticamente no hay playa. Ahora bien, al otro lado de la playa tenemos el espigón frente a la Roca de Gaià. Este espigón sí está dando buenos resultados, puesto que el efecto de acumulación de arena llega desde el Gaià hasta el inicio del paseo. En lo que antes era mar, ahora hay grandes arenales. Este hecho, unido a otras medidas de regeneración del entorno y recuperación de la biodiversidad, ha permitido, por ejemplo, la nidificación del chorlitejo patinegro.
Hay solución a los problemas?
Habría que realizar diversas actuaciones. Actualmente se está hablando de la posibilidad de construir escolleras sumergidas asociadas con biotopos, que tendrían un doble efecto benéfico, ya que permitirían al mismo tiempo amortiguar el oleaje, como medida de defensa de la fachada litoral, y regenerar formas de vida subacuática.
Cómo cree que será la playa en un futuro?
¿Lo sabe alguien? Ahora se habla mucho de cambio global, emergencia climática y litorales al límite, como si nuestras playas estuvieran condenadas a desaparecer en breve. La tendencia actual, ligada a una mayor conciencia medioambiental, es renaturalizarlas en la medida de lo posible.
Cree que se conservará o que puede llegar a desaparecer?
Es innegable que si se dieran determinadas circunstancias las playas actuales desaparecerían, y en otras circunstancias también podríamos desaparecer nosotros, la especie humana entera. Pero confío en que, si somos conscientes de lo que debemos afrontar, seamos capaces de encontrar las soluciones más adecuadas, imaginativas y eficaces para evitar o retrasar al máximo esta desaparición.