La Masia Catalana de Salou es uno de los espacios protagonistas de muchos actos de Navidad. Uno de los más tradicionales y conocidos por el público es el pesebre viviente que organizan desde el grupo Esplai Salou.
Este acto empezó hace más de 45 años, concretamente en 1978-1979, de la mano de la parroquia de Santa Maria del Mar y años más tarde pasó a ser dirigido por el Esplai.
Muchos salouenses tienen apuntadas en sus agendas estas tres fechas para poder disfrutar de este acto.
De hecho, tal como explica la directora del pesebre, Arola Naya, al Diari: «El primer día de representación -el 17 de diciembre- pasaron más de 200 personas por la Masia Catalana. En las dos últimas jornadas no se vio tanta gente debido a que se trata de días para estar en familia, con comidas y fiestas».
Los números de asistencia son similares a otros años y desde la organización están muy satisfechos con la acogida que ha tenido un año más el pesebre y las buenas críticas que ha recibido por parte del público.
La particularidad de este pesebre, que es una de las características que más gusta a los asistentes, es que las representaciones están hechas por los niños que forman parte del Esplai Salou. En esta edición han contado con la participación de 24 niños y niñas. Algunos de ellos eran bastante pequeños de edad, lo que ha llegado a dificultar en algunos momentos el montaje de las escenas.
Las representaciones contaban con gran parte de los elementos bíblicos como el nacimiento de Jesús, con San José y la Virgen María como protagonistas. También se encontraban los pastores y el ángel de la Anunciación. Todos estos personajes han compartido espacio y diálogos sobre el momento actual, que este año se representaba a través de una lucha entre el bien y el mal, representados por el ángel y el demonio, en una nueva escena que tenía como objetivo reconocer los valores que tiene una sociedad justa enfocada hacia la solidaridad.
Han aprovechado la novedad de estos dos últimos personajes para añadirle elementos pirotécnicos y de esta manera mejorar la ambientación de la escena.
Salou también está disfrutando estos días de actos ya instaurados en todas las Navidades, como el Parc de Nadal, situado en el pabellón municipal, que abrirá hasta mañana por la mañana.
Continúa el Parc de Nadal
Los hinchables y las colchonetas no han parado de botar durante estos días de parque de navidad, donde los niños de Salou están aprovechando al máximo sus vacaciones para jugar con amigos y familia, además de aprender y practicar deporte.
La parte exterior cuenta con siete atracciones de feria, un hinchable de 65 metros para hacer un circuito y varios deportes como básquet, rugby y un futbolín humano. Dentro se encuentran más colchonetas e hinchables, una tirolina que cruza la pista y muchos talleres de manualidades, juegos tradicionales y pintacaras.
Este año cuentan con 31 monitores y 18 voluntarios, encargados de jugar y hacer disfrutar a los pequeños.
El día 2 -igual que el día 28- se volvió a realizar las mañanas sin ruidos, para acoger a todos los niños y niñas con trastorno del espectro autista (TEA). Durante estas horas, el parque mantiene el espacio y las atracciones sin ningún tipo de sonido ni estímulo que pueda molestar o afectar a los pequeños.
La organización está satisfecha con la acogida del pesebre y las buenas críticas que ha recibido por parte del público.
El viernes 5 a las seis de la tarde, Sus Majestades los Reyes Magos aparecerán en el Port de Salou para recibir la llave de la ciudad y dar inicio a la cabalgata que recorrerá desde las 19.30 horas varias calles del municipio hasta llegar a la Torre Vella, espacio donde los Reyes Magos harán entrega de los regalos a los niños y niñas salouenses.
Durante estos días previos, ya se ha empezado a preparar su llegada con algunas actividades.
Los pajes llevan desde el martes por la tarde en la misma Torre Vella para recibir todas las cartas de deseos y puedan ser entregadas a los Reyes Magos. Esta tarde será su última jornada, desde las 17.00 hasta las 20.00 horas.