«Se percibe un cambio en las dinámicas de compra de los jóvenes», señala Ferran Sivill, paradista del mercado municipal de El Vendrell. Incipiente, pero puede ser un paso hacia una tendencia que perdure.
Pese a lo que pudiese intuirse, los jóvenes cada vez más optan por el mercado tradicional. La compra al corte, sin plásticos, por el trato con los paradistas, «la salud, la calidad de la alimentación, el kilómetro cero... Detectamos una nueva sensibilidad». Por fin una tendencia que vale la pena.
En el pleno municipal el grupo Som Poble-ERC pidió al gobierno medidas para impulsar el mercado ante la imagen de nueve paradas cerradas, de las 32 con que cuenta la instalación. «Han habido jubilaciones y otras han cesado actividad.
Pero también hay solicitudes para instalarse. De gente joven con ganas» señala Sivill.
De la demanda a la oferta
La dinámica de demanda parece volver a la venta tradicional del mercado. Pero la dinámica de la oferta también debe modificarse para ajustarse a las necesidades actuales y aprovechar el cambio. Y en eso están.
«Debemos amoldarnos a la situación actual en horarios y ofrecer atractivos como degustaciones o poder comer en el mercado con los productos que escojan los clientes. Estamos en ello». Es la apuesta de muchos mercados que han sabido volver a atraer a sus vecinos para que la compra sea una experiencia y una formación sobre productos e incluso cómo preparar recetas.
«Son posibilidades que deben explorarse», señala Sivill, quien destaca además «la implicación del Ayuntamiento para potenciar el mercado».
Derribo de la gasolinera
Una acción anunciada es habilitar una plaza tras el derribo de la gasolinera que hay junto al edificio. Será un espacio público que dará más visibilidad y preponderancia al mercado.
Es una mejora del entorno. Y para el interior los paradistas ultiman ideas de mejoras para ofrecer nuevas experiencias. «Hay un cambio generacional tanto entre los paradistas como en los clientes y lo vemos en positivo porque entra gente joven».
El horario comercial, en tiempo y días, los productos, la proximidad... «Hay una nueva junta en el mercado y se ha creado una asociación de paradistas», explica Sivill.
La ubicación en el centro histórico y una cada vez mayor demanda por productos de proximidad son las bazas que debe jugar el mercado.
Y como apuesta frente a las áreas comerciales de todas las cadenas que amenazan desde el entorno del casco histórico y que van a seguir llegando como explicó el gobierno con la aprobación de un plan parcial urbanístico en la zona de la Muntanyeta.
Una curiosidad: Algunas de las paradas cerradas son puntos para el intercambio de libros entre vecinos.