El hotel de lujo ubicado en el complejo del Club de Golf Bonmont, en Mont-roig del Camp, ha vuelto a paralizarse. Cuando todo apuntaba a una apertura definitiva e inminente del complejo, un cinco estrellas superior orientado a la salud y el bienestar, problemas surgidos entorno a su gestión retrasarán de nuevo el esperado estreno del que debería convertirse en el primer Westin, marca que pertenece al grupo estadounidense Marriot, de toda Catalunya.
La compañía que iba a gestionar la explotación del establecimiento, ADH Hoteles, abandonó el proyecto en noviembre, después de casi un año tutelándolo en calidad de franquiciado de Westin y como arrendatario de la propiedad, la familia suiza Lavanchy.
135 es el número de habitaciones y suites que tiene la instalación. Cada una de ellas, panóramicas, van desde los 32 hasta los 150 metros cuadrados de superficie.Según ha podido saber Diari de Tarragona el motivo de la marcha de ADH Hoteles ha sido el incumplimiento de la propiedad en cuanto a la inversión inicialmente acordada, hasta el punto que no ha logrado superar varias de las exigentes auditorías de calidad que el grupo Marriot somete a los establecimientos que van a abrir con alguna de las diferentes firmas del grupo.
El mobiliario, por ejemplo, no responde a las standards requeridos de un Westin como tampoco el sistema de climatización, a pesar de que el hotel está preparado para abrir. Cabe recordar que el establecimiento ocupa las instalaciones que empezaron a construirse en 2008 para dar vida al que debía ser el primer hotel Sheraton de Catalunya.
El proyecto, sin embargo, quedó paralizado a raíz de la crisis económica, hasta que en 2015 la familia Lavanchy decidió reactivarlo de nuevo tras comprar el otro 50% de Bonmont Terres Noves a la compañía Medgroup, con quien compartía la propiedad hasta entonces.
La instalación está acabada, pero ahora deberá encontrar a un nuevo operadorEsta vez la imposibilidad de abrir como Westin, al no superar las auditorías, ha provocado que ADH Hoteles haya decidido abandonar la gestión, después de posponerse varias veces la apertura durante este año 2019.
El operador incluso contaba con una cincuentena de empleados (la mitad de ellos ciudadanos de Mont-roig del Camp formados expresamente para ejercer en las diferentes áreas de trabajo del hotel). Sin embargo tuvo que despedirlos en noviembre, mediante un expediente de regulación de empleo, después de tres meses asumiendo sus nóminas y las consiguientes pérdidas por la falta de actividad del complejo. En temporada alta iba a emplear a un centenar de personas.
Fuentes de la empresa Bonmont Golf han reconocido al Diari que el proyecto está paralizado, pero que confían en abrir puertas durante el año 2020. Se desconoce sin embargo bajo qué marca acabará operando.
De hecho el hotel está ofertado desde hace semanas en distintos portales hoteleros, aunque sin la posibilidad de que ningún cliente interesado pueda llegar a reservar fechas. Incluso su teléfono de contacto está desviado aún a la empresa ADH Hoteles.
El complejo, el único de la Costa Daurada situado a pie de un campo de golf de 18 hoyos, cuenta con 135 habitaciones y suites con vistas panorámicas a las montañas y colinas y al mar Mediterráneo.
Construido en una parcela de 17.720 metros cuadrados dispone, además, de 1.000 metros de spa y fitness club; las instalaciones del campo de golf así como un complejo deportivo; jardines y piscinas. Entre las más llamativas del resort figura una exterior, de 150 metros cuadrados y estilo baño romano.
Para eventos corporativos y sociales, el hotel tiene también una zona de congresos con grandes salones de distintas capacidades. La experiencia gastronómica, amplia y variada, era otro de los pilares pensados por Westin para completar una estancia de armonía y bienestar.