Las acciones medioambientales impulsadas por el Centre de Recerca i Educació Ambiental de Calafell (CREAC), y sobre todo su voluntad de darlas a conocer con el fin de implicar a la ciudadanía en la conservación y conocimiento de los ecosistemas marinos, han valido a la entidad a optar a ser reconocida como Centro Azul.
La distinción la otorga la Foundation for Environmental Education (FEE), entidad que también concede las banderas azules.
Esta es para los centros y aulas de naturaleza (de mar o montaña) que están en municipios que ostentan bandera azul en sus playas y que impulsan actividades de educación ambiental sobre ecosistemas litorales.
Las iniciativas principales del CREAC, que han valido para que le FEE se fije en él, han sido: la protección de las puestas y la cría del chorlitejo patinegro, un ave amenazada que anida en la playa; y los proyectos creados para hacer crecer en acuarios a la posidonia oceánica, una planta vital para el ciclo marino, y posteriormente plantarla en el mar.
Esta semana el equipo responsable de la concesión de las banderas azules ha visitado las instalaciones del CREAC para conocer sus trabajos y proyectos.
Ahora destaca el mantenimiento de la campaña para el crecimiento de la posidinia oceánica, no solo en acuarios, sino en grandes piscinas. Sus resultados pueden ser ejemplares a nivel mundial.
Asimismo, cabe destacar el proyecto de la cría del tritón del Montseny, una de las especies más amenazadas de Europa. Los tritones nacidos en las instalaciones del CREAC han sido recientemente liberados en su medio natural.
La posible obtención de la consideración de Centro Azul supone un impulso al CREAC en cuanto a promoción de sus actividades y reconocimiento a sus iniciativas ambientales.
Daniel Fernández, director del CREAC, explica que pese a que solo por el momento por el propuesta, todo lo que sean distinciones es bueno para que se conozca todo el trabajo que se hace desde el CREAC ya que, a su vez, este también da a conocer las problemáticas que hay a nivel medioambiental.
Fernández referente a la posidonia y como ha arraigado se muestra muy satisfecho con los resultados obtenidos en la restauración de la pradera en Calafell e indica que les da esperanza para seguir con el proyecto para ampliar la pradera de Calafell para que la población se beneficie de todo lo positivo que aporta esta planta. Se trata de un valor económico y social.
La recuperación de la posidonia
La prueba piloto que se inició hace un año para poder recuperar las praderas de posidonia ha tenido éxito y abre un amino para toda la costa mediterránea.
El experimento consistía en recoger esquejes de esta planta llegados a la playa por los temporales, criarlos en acuarios y replantarlos en el fondo marino.
Después de unos meses, se ha podido comprobar ya que las plantas han arraigado bien y están creciendo.
Dani Fernández, director del CREAC, explica que los resultados conseguidos llevan a ampliar el proyecto con nuevos depósitos para hacer la crianza. Además se ha de tener en cuenta que el CREAC tiene autorización para recoger semillas por todo Cataluña, un elemento más para intentar la reproducción de la posidonia.
El regidor de Ecología Urbana del Ayuntamiento de Calafell, Aron Marcos, añade que «posiblemente hemos encontrado una metodología eficaz para salvaguardar la posidonia mediante la replantación de las praderas».
La replantación se hizo el noviembre pasado, a unos 900 metros de la costa y a 14 metros de profundidad. Para ayudar a la supervivencia y al arraigo, las plantas fueron protegidas con una mallas de material biodegradable.
Una inmersión realizada hace unos días permitió comprobar que todo tiraba hacia delante y que había un buen funcionamiento del sistema.