En diciembre de 2022 terminaba la concesión de la discoteca Pacha La Pineda para operar en el solar municipal de la calle Hipòlit Lázaro que ocupaba desde 1991. Sin embargo, hacía ya dos años que la música y la fiesta habían dejado de sonar en el que antaño fue uno de los referentes del ocio nocturno en la Costa Daurada. Un adiós que se precipitó con el Covid y con los requerimientos judiciales que obligaban a la empresa a afrontar una serie de inversiones para mejorar la insonorización, a raíz de una denuncia vecinal.
Desde su cierre, el abandono de la discoteca se ha ido agravando, fruto también del vandalismo. Ahora, el Ayuntamiento de Vila-seca ha encargado un proyecto para definir y poner precio al derribo del emblemático edificio rojo de las dos cerezas.
«Estamos abordando esta cuestión por el grado de incivismo que hay, no porque tengamos la necesidad de tirarla al suelo. Cada dos por tres entra alguien a hacerse fotos y puede ser peligroso», explica el alcalde, Pere Segura. La demolición de Pacha es una de las cuestiones que el gobierno incorporó a su Pla d’Acció Municipal (PAM) para ejecutar en los dos primeros años del mandato.
El año pasado, el Ayuntamiento de Vila-seca ya ejecutó las obras de demolición de los espacios exteriores del recinto de Pacha, con una inversión de 65.000 euros. Así, ya se han eliminado todos los pavimentos y pequeñas construcciones, como zonas de bar, barras, mesas y bancos de obra, muros y pérgolas metálicas que seguían en pie en la zona exterior del recinto.
Ahora, la intención es liberar completamente el terreno para dar lugar a un nuevo proyecto de turismo y ocio que pretende dotar a La Pineda de un nuevo atractivo para las próximas décadas, como lo fue Pacha en su momento.
Ni ocio nocturno ni juego
Para definir qué usos tendrán las 14 hectáreas de suelo municipal que han acogido Pacha y también Aquopolis en los últimas décadas, el Ayuntamiento abrió el año pasado un concurso internacional de ideas.
La consultora especializada THR Tourism Industry Advisors recibió el encargo de redactar una propuesta innovadora tomando como referencia proyectos turísticos de todo el mundo. Se prevé que después de verano se conozcan los resultados del estudio, que pondrá sobre la mesa varias alternativas para que el Ayuntamiento decida qué hacer en este espacio y la fórmula para explotarlo.
La propuesta para reordenar las 14 hectáreas de terreno pueden incluir actividades de entretenimiento y turísticas, como hoteles, pero las bases rechazan de forma explícita dar cabida a proyectos relacionados con el ocio nocturno o el juego. Ni discotecas ni casinos para un espacio privilegiado frente al mar que en dos años quedará sin uso.
Y es que Aquopolis afronta este verano el segundo año de la nueva concesión que le otorgó el consistorio en 2023. Una licencia que era para dos años, pero que podrá prorrogar otros dos.