Educació está investigando “desde el primer momento” la presunta agresión sexual a dos menores en un instituto del Vendrell (Baix Penedès), desde la “Unidad de Atención a las Víctimas de Violencias, la inspección educativa y acompañando a las familias”, según ha dicho el conseller, Josep Gonzàlez-Cambray.
Así lo ha afirmado en declaraciones a la prensa antes de inaugurar este miércoles el Saló de l’Ensenyament, que ha abierto las puertas hasta el próximo día 19.
El conseller no ha querido dar más detalles de la investigación que se lleva a cabo sobre la presunta agresión del Vendell, donde cinco menores presuntamente agredieron sexualmente a dos compañeros de instituto, de 12 años.
Aun así, ante el goteo de casos de violencia en los centros educativos, Gonzàlez-Cambray ha pedido la “implicación de toda la sociedad, familias y compañeros” de alumnos para parar la violencia en las escuelas.
Estas violencias son, según el conseller, “reflejo de la sociedad” y “desgraciadamente seguirá pasando”, puesto que “estamos ante un problema de salud mental”, y por eso el Govern ha activado un plan de salud mental.
Para Josep Gonzàlez-Cambray, los casos de violencia “se tienen que detectar y ponerlos en conocimiento de todo el mundo para poder actuar”.
“Aunque hay muchos centros que están llevando a cabo buenas actuaciones de sensibilización”, también hay que “mejorar la detección con la implicación de familias y de compañeros, puesto que muchas de las violencias “son invisibles a los ojos de los adultos”, ha dicho añadido Cambray.
La escuela “no deja de ser un reflejo de la sociedad” y las situaciones de abuso “desgraciadamente seguirán pasando” y “seguiremos teniendo violencias” por “muchos recursos que pongamos”, y por eso “tenemos que cambiar la mirada de toda la sociedad”, ha subrayado el conseller.
En el caso del Vendrell, solo dos de los cinco menores que comparecieron ayer ante el juez instructor son imputables penalmente, puesto que los otros tres que supuestamente participaron en la agresión sexual tienen menos de 14 años.
El juzgado de instrucción número 4 de Tarragona, en funciones de guardia, acordó las medidas cautelares que propuso Fiscalía de Menores para los dos adolescentes, que están acusados de delitos de agresión sexual contra dos compañeros del mismo centro escolar.
Además de la libertad vigilada, el magistrado prohibió a los dos adolescentes acercarse a menos de 50 metros de las víctimas y comunicarse por cualquier medio.