Fue una estructura que complementó la actividad del histórico edificio de Tabaris cuando acogió unas piscinas y hoy convertido en centro de congresos.
Ese edificio anexo de una planta fue conocido en Coma-ruga como palacio de cristal por su construcción de aluminio y sus fachadas de vidrio, una estructura innovadora para la época.
En los años sesenta acogió un restaurante y sala de baile que permitió actividades festivas en aquella entonces urbanización de Brisamar que comenzaba a ser destino de turistas y que complementaba la oferta lúdica de las piscinas.
Un chiquipark
La estructura tuvo diferentes usos y en una última época acogió un chiquipark, pero ya llevaba años cerrado y en total abandono.
Esta semana comenzarán los trabajos de derribo ya que la estructura no permitía darle usos a las necesidades actuales.
El objetivo es ganar un espacio amplio y ajardinado junto al nuevo edificio del Tabaris para potenciar su protagonismo y dar aire al edificio.