Forma parte de la historia de El Vendrell más allá de la singularidad del edificio pese a ser una de las cooperativas agrícolas más antiguas de Catalunya. Obra de Antoni Pons de 1906 cuenta con un subterráneo que diseñó el arquitecto César Martinell con sus características arcadas.
Hace años que el Ayuntamiento intenta una compra y ya catalogó el edificio como Bien Cultural de Interés Local (BCIL) para garantizar su preservación y con el objetivo de en su día poder destinar el inmueble a usos para la ciudadanía.
Ese objetivo parece estar más cerca. Pero ha debido rehacerse la declaración de BCIL ya que la que se hizo en su día era muy genérica y no destaca los elementos de más valor a proteger.
La dificultad
Ello dificultaba poder dar un nuevo uso al edificio ya que debería conservarse íntegramente, lo que es incompatible con las necesidades actuales. El departamento de Cultura de la Generalitat señaló la necesidad de identificar y definir los elementos de más singularidad.
Una vez se ha realizado ese trabajo técnico ha podido actualizarse la declaración de BCIL por lo que de tener un nuevo uso se sabe al detalle lo protegido y el resto puede acondicionarse a las necesidades actuales.
La compra
El Ayuntamiento ha acelerado contactos con los propietarios de la cooperativa para llegar a un acuerdo de compra. La resolución debe ser rápida para evitar que siga la degradación que ya sufre el edificio con el hundimiento de una parte de la cubierta.
El objetivo es que la histórica cooperativa pueda ser la Casa de Cultura de El Vendrell que de servicio a las numerosas entidades del municipio. Además de ese espacio para las entidades también podría acoger usos educativos y para actos.
Ese proyecto hace años que esté pendiente. Ya durante el Plan de Barris de hace años se planteó la compra y el Ayuntamiento reservó una partida de 1,3 millones de euros que acabó en 300.000 euros pero que finalmente quedó en nada.
La incógnita
La recuperación de la actividad debe también ser un elemento dinamizador del núcleo histórico y de que el edificio vuelva a ser un emblema como lo fue para muchas generaciones cuando la agricultura era una de las principales actividades en El Vendrell.
La medida fue aprobada por todos los grupos municipales, pero ERC-Som Poble señaló la incógnita del precio, de cómo se financiaría atendiendo a la situación de las arcas municipales y a quien correspondería la necesaria rehabilitación del edificio.
La cooperativa agrícola quedó constituida en julio de 1906 por el impulso de un grupo de propietarios para ayudar a comercializar sus producciones agrarias. Se asociaron para comprar los terrenos que escogieron en febrero de 1911 en el entonces paseo de Castelar y hoy carretera de Valls.
Pero la Cooperativa de El Vendrell está sin actividad desde 2013 y esperando un destino que frene el olvido. Ubicada en la carretera de Valls, las exigencias de producción y la necesidad de incorporar nueva maquinaria llevó a parar la actividad y los agricultores pasaron a llevar sus cosechas a Bellvei y Albinyana.
