El 16 de octubre de 2020 se inauguraba de forma oficial la remodelación de la plaza Major de Creixell, unas obras que culminaban tras superar varios problemas y que se retrasaron por múltiples factores, entre ellos la pandemia de la Covid-19.
La plaza ganaba luminosidad y espacio para el peatón y se convertía en el ‘kilómetro 0’ de Creixell dentro de su ambicioso plan de limitar la circulación del vehículo por la parte histórica del pueblo y expandir su protección a medida de que se pudiera llevar a cabo.
En estas obras de la plaza, apareció una ‘sorpresa’: se trataba de la apertura de un pozo de unos 20 metros de profundidad. La bóveda se había detectado poco tiempo antes y era cuestión de tiempo que se localizará la apertura de este acceso a las galerías subterráneas que forman parte del subsuelo del municipio.
La remodelación de la plaza continuó su curso, pero dejando un espacio ‘liberado’ en el contorno del pozo encontrado.
Embellecer y señalizar
Con el fin de las obras y la inauguracion de la plaza, en una esquina, justo en el pasaje de La Pau, sigue habiendo unas vallas metálicas que delimitan esta bóveda y esta apertura del pozo, tampada por razones de seguridad.
La imagen de provisionalidad debe acabar este 2022 y en una de las últimas juntas locales de gobierno de 2021 se acordó integrar esta apertura del pozo y su bóveda embellecer la zona con un presupuesto superior a los 22.000 euros.
El alcalde, Jordi Llopart, explica que se habló con la Generalitat del hallazgo y se preguntó a Patrimoni cómo se debía proceder. Desde este departament, se dejó vía libre al Ayuntamiento para integrar este espacio en la plaza, teninedo en cuenta su valor histórico.
Así, que el Consistorio tiene intención de delimitar el pozo, colocar una placa y quitar las vallas metálicas que ahora ‘embrutecen’la remodelada plaza Major de Creixell.
Las galerías y sus misterios
La importancia de este pozo de 20 metros radica en su interior. Es conocido que en la localidad se creó en el siglo XVIII y XIX una red de galerías subterráneas que conectaban el castillo con torres de defensa.
Las galerías, poco estudiadas, se utilizaron para el contrabando en sus orígenes o siendo vías de escape. Precisamente, en l guerra civil muchos de los vecinos usaron parte de estos conductos para refugiarse de las bombas. Y a medida de que se transformó el municipio parte de las galerías se reaprovecharon como red de alcantarillado y otras funciones.
Algunos tramos ya no existen y otros se habían sepultado en el olvido. Ahora, con la aparición del pozo una parte de la historia de Creixell ha salido a la superficie y a falta de estudiar a fondo la galería, de momento se dejará a la vista y se colocará un cartel explicativo.