La recién finalizada Festa Major d’Hivern de Salou ha dejado numerosos aspectos a tener en cuenta de cara a futuras ediciones. Si se quiere mejorar de verdad, atrayendo a más público y aumentando el número de participantes, habrá que valorar y recapacitar sobre cómo ha funcionado esta edición de 2024, poniendo sobre la mesa los pros y los contras, haciendo memoria de lo sucedido antes, durante y después de la gran celebración del Cós Blanc.
La polémica previa llegó hace ya unas semanas. Una de las collas, la Caracol, fue de las primeras en indicar al Ayuntamiento el motivo del disfraz que iba a lucir en este Cós Blanc. Un anuncio que, siendo de los primeros, tuvo lugar el septiembre pasado. La colla en cuestión apostó por la temática de moda: Barbie. Hasta aquí, todo normal. Cabe recodar que temáticas tan concretas no pueden repetirse en la misma edición.
Es un lema que no está escrito pero que siempre se ha respetado hasta ahora. El caso es que hace pocas fechas, otra colla decidió salir con el mismo motivo, provocando el enfado no sólo de la colla Caracol sino de otras varias, que alegaban trato de favor hacia dicha agrupación.
El Ayuntamiento llamó a las partes a una reunión unos días antes del Cós Blanc, pero la colla Caracol –dado que estaba en su pleno derecho– no quiso cambiar de motivo, al igual que la otra colla que había suscrito la temática posteriormente. De ahí que se estudie que quede reflejado negro sobre blanco que en posteriores ediciones no se pueda repetir temática. Quien primero se inscriba, será quien tenga ese derecho.
Enfado y quejas por los parones
También cabe mencionar que en los días previos, estuvo a punto de celebrarse una manifestación ecologista contraria a la celebración del Cós Blanc en pleno paseo central de Salou.
Pero llegado el día del Cós Blanc, las diferentes collas se dispusieron a realizar el nuevo trazado. Varias de las collas consultadas por el Diari se han mostrado indignadas y enfadadas por lo sucedido especialmente en la tarde-noche. La rúa comenzó con retraso, al igual que sucedió por la mañana, y todas ellas se quejan de los parones sufridos a lo largo del recorrido.
De hecho, antes de la segunda vuelta de Cós Blanc, las carrozas y las diferentes collas tuvieron que esperar parados durante hora y media para comenzar la segunda ronda. A ello hay que sumar los continuos parones durante el itinerario previsto y la prohibición de que pusiera cada carroza su propia música enfriaron el ambiente de los participantes.
Tampoco el público asistente quedó satisfecho de cómo transcurrían los hechos. El Diari pudo hablar con algunos de los espectadores, que resaltaron la espectacularidad de las carrozas y la multitud de participantes de esta edición, pero lamentaron la tardanza con que discurría el Cós Blanc.
Público sobre el césped en el Passeig Jaume I (dado que había filas de delante que tapaban la visión), miembros de la organización que orinaban en el parking de la calle Major e increpando a los participantes que les afeaban la conducta, retraso en las carrozas hasta las naves municipales (hasta casi las 2 de la madrugada) y protestas de los participantes debido a que algunos espectadores se ‘colaron’ entre ellos queriendo participar ‘in situ’ en el centro de la fiesta son sólo algunos ejemplos de lo que se deberá corregir de cara a nuevas ediciones.
Es evidente que el consistorio lo ha ido haciendo en los últimos tiempos. Por ejemplo, no se puede hacer patente la consumición de bebidas alcohólicas en pleno recorrido.
Pero es necesario escuchar a los participantes para pulir y mejorar si queremos hacer del Cós Blanc una fiesta tan espectacular y seguida por miles de personas.