Los pueblos de la Costa Daurada se han echado un año más a la calle para celebrar el día más desenfadado del año. Miles de participantes han tomado las calles en las diferentes rúas, desde la mañana, hasta bien entrada la noche.
En Torredembarra, además de la tradicional rúa, con la novedad de que el público puede votar este año por las comparsas ganadoras, también se ha celebrado el concurso de mascotas disfrazas, el pasacalles de batucadas y la pasada de la Figa te Fai, una expresión 100% autóctona del Carnaval torrense.
En Vila-seca, la lluvia no ha impedido que las ‘collas’ salgan a desfilar por las calles del barrio del Colomí, con una gran participación que ha culminado con un baile en la Rambla de Catalunya.
El Carnaval se vive especialmente en el Baix Penedès. El de Calafell es uno de los más participativos de la demarcación. La celebración arrancó en la noche del viernes con la primera de las rúas que ya mostraron las ganas de fiesta. 50 grupos entre comparsas y carrozas recorrieron las calles.
La fiesta arrancó con un espectáculo infantil previo con chocolatada para coger fuerzas. Tras ese inicio arrancó una rúa en la que participaron unas 6.000 personas, pero que atrae a otras tantas para ese desfile que por primera vez acabó con un concurso de coreografías, ya en la zona de playa.