La 26ª edición del Pessebre dels Estels arrancó el viernes 8 con el objetivo de consolidarse como uno de los pesebres vivientes más importantes de la provincia de Tarragona.
Por este motivo, han decidido cambiar el horario de apertura y empezar a las cinco de la tarde, una hora que quiere atraer a muchas más familias con niños pequeños para poder disfrutar, sin preocuparse del tiempo, de la tradición y la cultura popular que ofrece el Pessebre dels Estels.
Esta ampliación ha sido bien recibida, tanto por organizadores como público, y a la vista está con los resultados. Antes de empezar los pases de este fin de semana, ya contaban con casi 3.000 entradas anticipadas vendidas para los cuatro días de representaciones.
El viernes, día 8 y en su primer día de apertura, se congregaron 1.500 personas, mientras que ayer por la tarde se calculó un número parecido, incluso superior, al tratarse del fin de semana.
El horario no ha sido la única novedad de esta edición. Se han añadido varias representaciones nunca vistas hasta la fecha, como la preparación de la aceituna o el trabajo de afilar cuchillos y demás herramientas. «Estos oficios han sido interpretados por un grupo de jóvenes que quieren consolidarse dentro del proyecto», explica el presidente de la Masia de Castelló, Santi Nomen.
Además, también contaba con representaciones interactivas, donde el público podía participar y aprender el oficio. Concretamente, se trataba de los colchoneros picando la lana, para después pasarla dentro de la tela y crear colchones y cojines.
Aunque los oficios que más gustaban a los más pequeños eran esos que tenían animales, como gallinas, conejos o caballos, que incluso se los podía alimentar.
El perfil predominante eran familias con niños pequeños descubriendo por primera vez este espacio. Pol, de 10 años, insistió a sus padres para que fuesen a ver el pesebre, ya que «quería conocer los trabajos de antes».
Muchos de los presentes descubrieron el lugar a través del boca a boca de conocidos y la promoción que se ha hecho durante estos meses. Gracias a esto, el pesebre está a atrayendo a público de toda la demarcación, desde Tarragona y Reus hasta Amposta.
El belén viviente de la provincia
Tal como explica Nomen, «el Pessebre dels Estels tiene el sueño de convertirse en una atracción turística del municipio y atraer a personas de los pueblos cercanos».
Con estas declaraciones, el presidente no se refiere únicamente a los asistentes, sino también a los colaboradores y actores que forman parte del proyecto.
En esta edición han contado con la participación de 25 voluntarios de municipios de la provincia, que han formado parte de la experiencia desde dentro.
En total, ya son 250 colaboradores que quieren igualar los números prepandemia, donde contaban con más de 300 actores.
La semana que viene, los días 16 y 17, se harán los últimos pases, donde esperan seguir esta línea de los dos primeros días y superar los 6.000 asistentes que vinieron en la pasada edición durante las cuatro representaciones del pesebre.