Ayer se instalaron seis biotopos marinos en las costas de Cambrils. Se trata de escollos rocosos situados en las profundidades marinas. El objetivo de estos biotopos –ecosistemas artificiales– es la protección de las especies marinas del litoral, ya que estas construcciones están ideadas para hacer proliferar la vida marina. Su colocación permite que se adhieran microorganismos e invertebrados, además de servir como refugio para numerosas especies de peces, que allí pueden protegerse de depredadores, resguardarse en caso de temporal y reproducirse.
La instalación de estas estructuras se llevó a cabo ayer por la empresa Sealand, especializada en trabajos de balizamiento y buceo en el mar. Los biotopos salieron del Port de Cambrils a bordo de una embarcación de la compañía, que se dirigió al punto donde se instalarían los biotopos, a unos 200 metros de la orilla a la altura de la Platja del Regueral-Prat d’en Forés, en un canal empleado para la práctica de la natación en aguas abiertas.
Una vez allí, el equipo de técnicos se encargó de su correcta instalación. El biotopo se sumergió en el mar mediante una grúa instalada en la embarcación y adherido a una boya señalizadora. Una vez colocado en la profundidad marina, de aproximadamente tres metros, un buzo profesional se sumergió para desenganchar la braga de la grúa y verificar que la instalación era correcta.
Diseño sostenible y estético
El diseño y la construcción de estos biotopos marinos corrió a cargo de Miquel Rota, que lleva más de una década trabajando con estos elementos. Para mejorar su diseño, Rota se dedica a «evolucionar viendo sus deficiencias, lo que pasaba en el mar, los peces que se colocaban en cada tipo de biotopo. Así, la experiencia ha permitido mejorar su diseño para hacerlos más estéticos –con un aspecto más natural– y su eficiencia. El constructor, que elabora cada uno de estos escollos de manera manual, asegura que ha conseguido que «tengan unas virtudes que no tenían cuando empezamos».
Estos escollos introducidos por la acción humana cuentan con una base hecha de carbonato de calcio, un material «ideal para que se adhiera la vida marina». Este material se obtiene de unas canteras ubicadas en El Vendrell, y se estima que hace 25 millones de años era coral.
El resto de la formación está hecho de un cemento que ya se empleaba en la época del Imperio Romano. Es el único cemento que se endurece cuando está en el mar, llegando a poder estar milenios sumergido. La rugosidad en su acabado contribuye también a que se adhiera la fauna.
Rota explicó que el efecto de la instalación de los biotopos puede empezar a notarse a partir del primer año. A los tres años, proximadamente, el escollo debería contener diferentes especies de bacterias, moluscos, esponjas y peces entre otros organismos.
La instalación de los biotopos responde, en palabras del concejal de Serveis Generals i Medi Ambient, Josep Maria Vallès, «al cumplimiento del plan de usos del litoral elaborado por el Ayuntamiento». El edil destacó la diversidad presente en la flora y la fauna de las costas del municipio, con la presencia de una reserva marina que queda ahora delimitada por estos biotopos. «Será la primera reserva marina en condiciones que tendrá Cambrils, debidamente balizada», afirmó Vallès. Su delimitación evitará el paso de embarcaciones y la realización de cualquier actividad que ponga en peligro a las especies presentes.
Cabe destacar que esta introducción de elementos artificiales en las profundidades es una práctica habitual. Su instalación permite proteger la vida marina al crear peuqeños ecosistemas que proporcionan unas condiciones ideales para el desarrollo de vida animal. Estos escollos son, de hecho, uno de los biotopos submarinos artificiales menos contaminantes, a diferencia del hundimiento de barcos que se practica en otros lugares del mundo con el mismo objetivo, entre otras prácticas.