En 2010, el Ayuntamiento de Cambrils recibía el traspaso del tramo de carretera N-340 que cruza por el municipio. Hacía dos años que había abierto la variante de la autovía A-7 y se había acabado con el tráfico intenso que absorbía esta vía.
Arrancaba entonces un proceso de conversión de la antigua Nacional en un vial urbano. Un proceso que podría culminarse este 2025, quince años después.
La transformación urbana de la carretera ha ido dando forma a la avenida Baix Camp en diferentes tramos y, ahora, el consistorio abordará el último. Se trata de un tramo de apenas 270 metros, que va desde la rotonda de la avenida Vidal i Barraquer hasta la rotonda de la carretera de Montbrió.
De acuerdo con el proyecto que ya se ha aprobado de forma inicial, este espacio se convertirá siguiendo la misma estética que el resto de avenida.
Acabará con el efecto barrera y dotará la zona de un gran espacio de paseo central, así como de una nueva rotonda más integrada para las confluencias de las calles Gaudí y Jaume Ferran. Es, además, un importante paso para acabar de unir los barrios del Eixample y la Pallissa.
El gobierno municipal ya ha dotado el proyecto de una partida de 200.000 euros para este año, de una inversión total que asciende a 1,6 millones.
La intención es sacar a concurso las obras con el inicio del nuevo curso y empezar los trabajos este mismo año. Una vez se pongan en marcha, la obra durará ocho meses.