Calafell selecciona las calles en las que sellará las conexiones ilegales de agua en casas okupa

En un mes los técnicos de la compañía y la Policía Local comenzarán los trabajos

25 septiembre 2019 08:52 | Actualizado a 30 septiembre 2019 14:38
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La próxima semana técnicos de la empresa que gestiona el servicio de agua de Calafell y la Policía Local comenzarán las revisiones de viviendas que constan en un listado como okupadas de manera ilegal.

El objetivo es corroborar que las okupaciones detectadas son delincuenciales o que sus okupantes no están en el ámbito de los Servicios Sociales del Ayuntamiento y por tanto no son familias con necesidades.

El alcalde de Calafell, Ramon Ferré, explica que en 15 días se hará la revisión en dos largas calles en las que se han detectado más okupaciones y que generan problemas vecinales. En los siguientes 15 días se sellará con hormigón las conexiones ilegales de agua que se hayan detectado para que no puedan reengancharse.

Las viviendas detectadas lo han sido por controles de la Policía Local y por avisos de vecinos, además de por los controles de consumo de la empresa que gestiona el servicio.

Ferré explica que en los últimos meses se ha detectado en Calafell un incremento de okupaciones que no están motivadas por necesidades económicas. Son por un modo de vida al que el Ayuntamiento quiere poner freno. Y una de las medidas dentro de sus posibilidades es cortar al agua.

«Estamos hartos de estas okupaciones. Las que son por necesidad se han estabilizado y prácticamente ya no hay nuevas», además de contar con ayudas municipales. Ferré ya dijo que no se iba a permitir la sensación de que la okupación en Calafell tenía vía libre.

Así, en un mes podrían comenzar los sellados de enganches ilegales a la red de aguas. Como ya se explicó, es más fácil detectarlos en casas unifamiliares, que además son las preferidas por los okupas delincuenciales para cultivar marihuana o por los que okupan una casa como segunda residencia para pasar las vacaciones y buscan que tengan piscina.

El Ayuntamiento también cerró fuentes públicas para evitar que pudiesen utilizarse para casas okupadas. Una vez selladas las conexiones ilegales de agua, la Policía Local hará un seguimiento para intentar evitar que los okupas busquen otras casas a las que  entrar.

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