El parque de la Sínia de Calafell es un gran zona verde urbana que ofrece un espacio de tranquilidad pero que muchos de quienes pasean o van a descansar en sus bancos y en la terraza de su interior consideran que falta arbolado.
Desde que se creó hace unos años permanecía cerrado por las noches pero desde el pasado enero el Ayuntamiento optó por dejarlo abierto en horario nocturno, lo que generó recelo entre vecinos de la zona y usuarios por temor a que hubiera vandalismo, ruidos por botellones e inseguridad ya que presenta recovecos.
La prueba de julio
El gobierno (PSC-Junts) explicó que mantenerlo abierto por las noches era una prueba y ahora, ya pasado un mes de julio que permitiría testear el ensayo con el municipio lleno de personas, señala que seguirá abierto. El alcalde, Ramon Ferré, explica que «no ha habido incidentes». Por ello considera que el parque puede ofrecer también un atractivo en horas nocturnas. En todo caso será una iniciativa reversible si da problemas.
Se recortará matorrales junto a las vallas para ganar visibilidad al interior desde la calle
Ferré añade que el cercano parque del Vilarenc, rodeado por una pista de atletismo y que acoge un asentamiento romano de gran valor histórico, no está vallado, cuando en ese espacio sí que hay elementos patrimoniales y tampoco ha sufrido daños ni incidentes. «Por ello no parece lógico cerrar por la noche la Sínia».
Retocar y sin carromatos
El alcalde sí que apunta que en algunas zonas junto a las vallas que rodean al parque hay una vegetación muy exuberante que impide ver el interior. Esas plantas y matorrales podrían recortarse para evitar zonas oscuras a la visión desde el exterior con el objetivo de dar mayor seguridad.
En cuanto a la vegetación añade que está previsto ampliar el arbolado para crear más zonas de sombra y reforzar el carácter de refugio climático que debe tener la gran zona verde.
Sobre el parque de la Sínia además se planteó el proyecto de que acogiese carromatos históricos del Circo Raluy Legacy repatidos por la zona y que ofrecerían diferentes actividades. Esa iniciativa también provocó quejas de los vecinos de la zona por temor al ruido que podría generar y eliminar espacios de juego y relax.
Pero no habrá carromatos en el parque. El Diari ha podido confirmar que ese proyecto queda descartado ya que no habría espacios adecuados y no estaba garantizada la seguridad para el material que quedaría expuesto como piezas de museo.
Noche de ranas
Esquerra Republicana, en la oposición, preguntó sobre la experiencia de mantener abierto el parque y señala que los vecinos han denunciado botellones.
El concejal de Ecología Urbana, Aaron Marcos, respondió que «no hay incidencias» nocturnas. Señala que además esa zona verde juega un papel divulgativo. «Hace unos días pasé sobre las once y media de la noche y había un grupo de jóvenes que con linternas buscaban ranas en una actividad nocturna. Eso no se hubiese podido hacer con el parque cerrado», explicó el concejal.
