Los efectos del cambio climático sobre las playas todavía no han comenzado a notarse como se prevé lo hagan en unas décadas. Sin embargo es visible la afectación por la acción humana con puertos, diques y todo tipo de barreras que rompen un delicado equilibrio y frenan los sedimentos dejando a los arenales a merced de los temporales.
Calafell ha retirado de la playa una zona de workout para hacer deporte de musculación y que era muy utilizada. Esa estructura ya estaba prácticamente engullida por el mar por la erosión en la zona que había quedado sin arena.
La estructura se ha instalado en el parque del Vilarenc, en la zona donde hay unas canastas de baloncesto y se realizan las obras para habilitar una pista de atletismo en torno a un yacimiento romano. Con ese nuevo emplazamiento está claro que no volverá a la playa.
La retirada del workout de la playa genera quejas de los usuarios ya que señalan que permitía hacer deporte en la playa y dinamizaba la zona todos meses al año.
Sin embargo la retirada de esa estructura no va a ser el único elemento que desaparecerá de la arena. El alcalde de Calafell, Ramon Ferré, señala que «poco a poco, habrá que ir sacando todo lo que hay en la playa. Siento decirlo, pero es una realidad».
Esa tendencia a eliminar estructuras en las playas va a ser habitual en toda la costa. Los estudios de dinámica geológica litoral destacan que cualquier elemento sobre la arena y en primera línea afecta al desplazamiento de sedimentos que contribuyen a la pérdida de playas.
En los próximos años está previsto ir retirando estructuras. Aunque no será un proceso rápido, señala el concejal de Ecología Urbana de Calafell, Aron Marcos. En algunos casos deberá esperarse a que finalicen concesiones.
Puertos, diques y construcciones sobre la arena como los paseos marítimos suponen también un fuerte impacto, pero son más difíciles de eliminar. Por ello van a comenzar a retirarse estructuras que hay en los arenales.
El concejal señala que una de las acciones «si queremos salvar las playas es explicar a la población que no puede haber estructuras que afecten a la dinámica litoral». Marcos señala que «el cambio climático tiene sus efectos a más largo plazo. Ahora hemos de intervenir en lo inmediato».
«La población debe asumir que en una playa debe haber arena, dunas y especies vegetales típicas del ecosistema si se quieren conservar las playas», insiste. La pérdida de arena es una situación que se ha acelerado en los últimos años. Los sistemas mecánicos para reponerla trasladando sedimento tiene resultados temporales.
Precisamente en Calafell ha comenzado a hacerse un acopio de arena junto al puerto. Ese sedimento es el que acumula en la zona y ahora se extenderá donde puede ser más resistente ya que pretende fijarse con la naturalización de playa con plantas autóctonas.
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