Los niños con necesidades educativas especiales (NEE) son los que requieren de un tipo de atención específica en el aula que les permita un mayor desarrollo y adaptación al entorno educativo.
Más allá de la necesidad de dotar a las aulas del personal que refuerce al profesorado para atender a estos alumnos y que falta en muchos centros, es imprescindible la detección de los casos para dar respuesta y planificar su paso a cursos superiores.
Para facilitar cuanto menos la planificación el Ayuntamiento de Calafell y el Departament d’Educació de la Generalitat han acordado una actuación que permitirá detectar a los alumnos con necesidades educativas especiales ya en las guarderías.
Planifificación
El objetivo es poder reservar plazas y planificar la atención para cuando estos alumnos se incorporen al sistema educativo regulado a partir de P3.
La medida pasa por crear una comisión de coordinación y seguimiento y otra de detección en la guardería.
La concejal de Formación de Calafell, Mnal El Mesmoudi Belechgar, explica que la medida permitirá planificar con antelación cada curso. Conociendo las necesidades podrán reservarse las plazas necesarias. Y también debería hacerse con los recursos de refuerzo.
Asociaciones de padres de alumnos y profesorado reclaman desde hace años una mayor dotación de recursos para atender a los alumnos con necesidades educativas especiales si lo que se pretende es la inclusión.
Piden en este sentido personal de atención en las aulas que apoye al profesorado. Lamentan que inclusión no es sólo una cuestión de crear plazas para juntar a alumnos.
Externalizado
La medida que se implantará en Calafell permitirá conocer las necesidades reales de número de plazas y de la atención necesaria con monitores. Este servicio la Generalitat lo tiene externalizado y aunque se han aumentado las horas a nivel de Catalunya, todavía son insuficientes.
Las horas están determinadas ahora tras un dictamen de equipos de asesoramiento psicopedagógico. Ese informe sirve para la atención en el aula o en el comedor de los centros.
En el caso de Calafell y de muchos municipios que crecen en población durante el año está el problema añadido de la matrícula viva.
En todo caso la detección es esencial para la planificación y reserva de plazas (y recursos) para atender a alumnos con alguna discapacidad física, mental, cognitiva o sensorial que son una dificultad para el aprendizaje.