Objetos de lo más sorprendentes, música, gastronomía y buen tiempo son los atractivos que hacen que esta nueva edición del Pleamar Vintage Market de Altafulla esté siendo de lo más concurrida de público pese a que, esta vez, llega avanzado la primavera, en contra de lo habitual.
Recordemos que la muestra fue programada para el último fin de semana de marzo, pero el riesgo de lluvia aconsejó aplazarla. Lo cierto es que el traslado de fechas no ha influido mucho en cuanto a la disminución de afluencia de público, puesto que se ha visto beneficiada por el puente de la segunda Pascua.
Ayer, durante todo el día, el parque de Voramar estuvo concurridísimo, como se espera que ocurra hoy, segundo día del mercado, marcado por el ir y venir de gente, atraída por una muestra que se ha consolidado como el primer mercado vintage de la Costa Daurada.
Lo corrobora, por ejemplo, un grupo de amigos de Terrassa, Berga y Barcelona, con Pepe, Juan y José de «portavoces», los cuales elogian las excelencias de este mercado retro que «algunos ya conocemos y que para otros ha sido todo un agradable descubrimiento», afirman en su paseo por el recinto.
Quienes acudan hoy domingo se encontrarán unas setenta paradas de artículos de segunda mano y vintage, donde los nostálgicos pueden encontrar hasta los objetos más inverosímiles y evocar sus usos en tiempos pasados, pero no tan lejanos. Ropa, bisutería, complementos, juguetería, decoración, cristalerías y vajillas, libros, cuadros, lámparas, gorras, cascos militares y prendas de uniforme, como expone la parada de antigüedades de Ramiro y Marta, una pareja de Banyeres del Penedès que pone a la venta como hobby objetos adquiridos en el extranjero.
Un habitual del Pleamar y siempre a destacar es el vinilo córner, con diferentes puestos de venta de discos en vinilo, de todos los géneros musicales.
Cabe destacar que una veintena e expositores son del mismo municipio de Altafulla y que sacan a la venta «objetos antiguos de nuestras casas familiares», como es el caso de Joan Albert Blanch, reconocido hortelano del municipio y que, llegado el Pleamar Vintage, se erige como un vendedor más de antigüedades.
Foco en los artistas
El evento es también muy valorado por el público familiar que además de ver, curiosear y comprar, encuentra allí mismo, en la Plaça Consolat de Mar, una programación musical, también infantil, por cuyo escenario pasó ayer por la tarde el grupo Los Fresones Rebeldes, él único concierto de pago, siendo todo el resto con entrada gratuita.
Este mediodía subirán al escenario Vinilos Implicados, Los Malinches y Ian Kay, entre otros.
En esta edición se han ampliado las franjas horarias del Pleamar Chill con sesiones de djs, mientras que para degustar las especialidades gastronómicas están los foodtrucks que ayudan a prolongar la estancia en la muestra, para percatarse, sin prisas, de lo mucho e interesante que se expone. La organización espera entre 6.000 y 7.000 asistentes.