Un camionero que ayudó a la menor violada en Igualada: «Estaba medio muerta, desnuda y llena de sangre»

La víctima había ido con una amiga a una discoteca a celebrar Halloween la noche de los hechos y no volvieron a reencontrarse

17 junio 2024 13:17 | Actualizado a 17 junio 2024 13:37

El juicio contra el acusado de violar a una menor de 16 años en Igualada la madrugada del 1 de noviembre de 2021 ha comenzado este lunes 17 de junio.

En la primera sesión del juicio, el acusado, que se enfrenta a 45 años de prisión, ha solicitado declarar en último lugar, y previsiblemente lo hará el jueves, mientras que la versión de la víctima se ha escuchado en la sala, a puerta cerrada, a través de su declaración ante el juzgado de instrucción.

Han declarado cuatro testigos: una amiga de la víctima, un chico con quien mantuvo relaciones sexuales consentidas esa noche y dos camioneros que la encontraron moribunda en medio de la calle.

Una amiga de la víctima ha explicado que esa noche fueron juntas y solas a la discoteca Èpic para celebrar la fiesta de Halloween. Estuvieron buena parte de la noche juntas, pero hacia las 4 de la madrugada la víctima se encontró con un amigo con quien había tenido una relación y se separaron. Esto enfadó a la amiga, porque habían quedado en que irían juntas.

Al terminar la fiesta, esta amiga llamó a la chica para quedar en el guardarropa, donde habían dejado una mochila con cosas de ambas. La víctima no apareció y, por teléfono, alrededor de las 6 de la mañana, le dijo que ya se dirigía a la estación de tren para marcharse.

Más tarde, hacia las 7, la amiga la volvió a llamar, pero ya no le respondió el teléfono. La víctima tampoco respondió a las llamadas de unos chicos hechas por encargo de la amiga.

También ha testificado el amigo con quien se encontró la víctima esa madrugada. Ha explicado que se habían conocido un tiempo antes en Calafell y ya habían mantenido relaciones sexuales.

Se encontraron en la discoteca hacia las 4 de la madrugada, salieron juntos, fueron a un callejón cercano y mantuvieron relaciones sexuales detrás de un contenedor. Hacia las 6 de la mañana, cuando terminaron, y mientras la chica se subía los pantalones, el chico se fue hacia una calle cercana donde lo recogería el padre de uno de los amigos con quienes había salido de fiesta.

Estaban a unos 500 metros de la discoteca, ha dicho, y entendió que la chica volvería con sus amigas, pero ya no supo nada más de ella.

Días después de los hechos, en el hospital, la víctima pidió a la amiga que la ayudara a recordar qué había pasado esa noche, porque ella no sabía bien por qué había acabado hospitalizada, y pensaba que era porque había bebido demasiado.

No obstante, la amiga ha declarado que esa noche ninguna de las dos bebió en exceso, y que cuando habló con la víctima a las 6 de la mañana por teléfono no le pareció que estuviera muy ebria.

Fue entre la llamada de las 6 de la mañana con la amiga, cuando se dirigía a la estación de Ferrocarrils, y las 7 de la mañana, cuando fue encontrada por los camioneros, que el acusado habría asaltado, atacado, violado y dejado medio muerta a la víctima.

El primer camionero que vio a la chica ha explicado que la zona, a las 7 de la mañana, estaba bastante oscura, ya que apenas empezaba a salir el sol, y estaba prácticamente vacía porque era Todos los Santos. Al hacer una maniobra para entrar el camión en un callejón, vio el cuerpo de la menor.

Desde lejos no sabía que era una chica, pero al acercarse vio a la chica con mucha sangre, sobre todo en las orejas, y medio desnuda y con la camisa arrancada. Vio que tenía frío, se quitó la chaqueta de trabajo y la tapó, pero no vio que tuviera ninguna fractura en la cabeza.

Este camionero ha explicado que la chica estaba consciente, pero no lo oía a él. De hecho, él le decía que había avisado a la ambulancia y ella respondía «no, no, no», sin mucho sentido, y sin poder mantener una conversación. Fue entonces cuando vio a otro camionero, a quien avisó para que lo ayudara.

El segundo camionero ha explicado que si no lo hubiera avisado el otro operario él no habría visto a la chica. La encontró acostada en el suelo, temblando y llena de sangre. Fue a buscar una camisa y una chaqueta a su camión y tapó aún más a la chica.

«Estaba medio muerta, medio desnuda, tenía frío, y todo estaba lleno de sangre, en el suelo, en el cuerpo, en la boca, en la nariz, en las orejas, por abajo, en la zona del culo», ha relatado. No obstante, no vio ninguna herida en la cabeza, ya que se centró en tapar a la chica.

El juicio está previsto que continúe este martes con la declaración de 15 mossos d’esquadra.

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