Terror con sabor a sustos en la nueva entrega de ´Expediente Warren´

James Wan, que ya dirigió hace tres años la primera parte, vuelve a la carga con una continuación que dejará a más de uno pegado a la butaca... o al techo

19 mayo 2017 19:01 | Actualizado a 21 mayo 2017 17:33
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Las sagas de las películas de terror no parecen estar en auge en los últimos años. Tal vez podamos hablar de Saw, Sinister e Insidious, como años atrás vivimos éxitos como Pesadilla en Elm Street, Viernes 13 o Halloween. El terror sobrenatural siempre ha sido un aliciente para los amantes del género. Eso sí, hay que saber sembrarlo, regarlo y cultivarlo para que dé buenos frutos.

Y Expediente Warren tiene buena planta. James Wan, director de la primera parte y que ahora repite como director tras el intervalo dirigiendo Fast and furious 7, ha logrado consolidar esta franquicia que se plantea como algo interesante.

Wan le ha dado abono en esta secuela y el terror ha crecido, con mejores sustos y con un buen planteamiento y un final potente. El objetivo no es otro que descolocar al espectador, hacer que se agarre a la butaca y que brinque hasta el techo con las inesperadas sorpresas terroríficas.

El terror que se plantea ahora es el sobrenatural, que casas encantadas y familias con extraños pasados que terminan por volver a contactar con los vivos. Generalmente, para nada positivo.

Y Expediente Warren: el caso Enfield tiene ritmo y pulso, el mismo al que puede dejar a más de uno con sus sobresaltos durante sus dos horas y cuarto. La apuesta de partida es más ambiciosa que su predecesora (a la que supera en muchos momentos), centrando la atención de nuevo en un caso real considerado como ‘el Amityville inglés’ que obviamente es ficcionado para darle más empaque.

La historia se ubica en Enfield, Inglaterra, años 70. En una casa de esta pequeña localidad inglesa, donde viven una madre soltera (Frances O’Connor) y sus cuatro hijos, tienen lugar unos extraños sucesos. De nuevo, y para ayudar a esta familia que experimenta fenómenos sobrenaturales protagonizados por espíritus malignos, nos reencontraremos con el matrimonio de renombrados demonólogos formado por Lorraine (Vera Farmiga) y Ed Warren (Patrick Wilson), que investigarán estos aterradores fenómenos paranormales.

Y ahí, en ese relato, es donde James Wan se consolida como el nuevo maestro del terror. Incluyendo los movimientos de cámara y los giros de guión.

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