Carles Puigdemont podría estar más cerca de volver a Catalunya, tras una noche electoral en la que Junts + Puigdemont recuperó la hegemonía del independentismo y arrebató a ERC el liderazgo que las urnas le habían otorgado en febrero de 2021.
Las encuestas soplaban a favor de la formación independentista. Pese a ello, los pronósticos más optimistas se quedaron cortos y las urnas otorgaron a la formación postconvergente 35 escaños, tan solo siete menos que el PSC de Salvador Illa, y quince más que los republicanos de Pere Aragonès.
Durante su comparecencia desde Argelers, Carles Puigdemont tendió la mano a los republicanos para un Govern de «obediencia catalana». «Si la otra fuerza parlamentaria independentista está dispuesta a rehacer puentes y reflexionar sobre los efectos de la desunión, nosotros también lo estaremos», afirmó Puigdemont.
La geometría es complicada, ya que los números surgidos de las urnas dejan el bloque independentista formado por Junts+, ERC y la CUP con 59 escaños, a nueve de la mayoría absoluta. Una investidura requeriría la participación del PSC con su abstención. No obstante, Puigdemont recordó a los socialistas que su distancia «no es distinta» de la que separa al PSOE del PP en el Congreso de los Diputados.
Puigdemont también alertó de que la alternativa de un tripartito de izquierdas entre PSC, ERC y Comuns Sumar, «con una mayoría tan justa» sería «una mala opción para el país». Y como ejemplo de ello ponía el «caos inexplicable» de Rodalies, que «demostraba la incapacidad de buen gobierno» del PSC.
Los juntaires han ganado en Catalunya 103.207 votos respecto a las elecciones de 2021, a pesar de que su candidato ha sido el único que no ha podido competir en igualdad de condiciones respecto al resto de formaciones. Esto hacía que la victoria fuera doblemente dulce.
Así se vivió desde la sede de la calle Gasòmetre, donde durante toda la noche se siguió con gran efusión un escrutinio que les dejaba con cinco diputados, tras ganar 13.205 votos en las comarcas tarraconenses respecto a los anteriores comicios. «Hemos ganado en más de 700 municipios, porque este es un proyecto que se construye pueblo a pueblo y ciudad a ciudad», ponía en valor la líder, Mònica Sales.
Sales valoró muy positivamente el hecho que esta formación volvía a imponerse «en seis de las diez comarcas» de la demarcación de Tarragona y se situaba como «primera fuerza» de la veguería de Terres de l’Ebre. Un dato que la candidata remarcó durante su comparecencia, que pudo seguirse en streaming desde la delegación ebrense.
Los juntaires creen que los resultados les dan fuerzas para liderar «un gobierno sólido». Asimismo, creen que si no se consigue llegar a un pacto y el escenario que se abre es el de una nueva convocatoria electoral «no sería una buena decisión para el país».
«El efecto Puigdemont es un efecto cohesionador, que nos ha permitido incorporar a muchas personas independientes», valoró Mònica Sales. Jordi Bertran, Joaquim Calatayud, Noemí Nieto e Irene Negre son los otros cuatro diputados de la demarcación de Tarragona que acompañarán a Mònica Sales en lo que será la décimo quinta legislatura del Parlament de Catalunya.